Moscú está preparada para anexar una franja de Ucrania, liberando lo que llamó recuentos de votos que mostraban apoyo en cuatro provincias parcialmente ocupadas para unirse a Rusia, después de lo que Kiev y Occidente denunciaron como falsos referendos ilegales a punta de pistola.

En la Plaza Roja de Moscú, se ha creado una tribuna con pantallas de vídeo gigantes, con vallas publicitarias que proclaman “¡Donetsk, Luhansk, Zaporizhzhia, Kherson – Rusia!”

El presidente Vladimir Putin podría proclamar la anexión en un discurso en cuestión de días, poco más de una semana desde que respaldó los referendos, ordenó una movilización militar en su país y amenazó con defender a Rusia con armas nucleares si fuera necesario.

Las administraciones instaladas por Rusia de las cuatro provincias ucranianas pidieron el miércoles formalmente a Putin que las incorporara a Rusia, lo que los funcionarios rusos han sugerido que es una formalidad.