Aún faltan 19 meses para la jornada electoral de 2024 , pero las “Corcholatas de Morena” están volcadas en recorrer el país con el propósito de construir una candidatura rumbo a la contienda presidencial. Desde Baja California Sur y hasta Quintana Roo, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el canciller Marcelo Ebrard y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, han encabezado actos derivados de su actividad como funcionarios públicos, pero también han acudido a eventos partidistas en busca de ganar ventajas que les permitan “salir en la foto”.

El proselitismo de los presidenciables de la 4T inició, al menos, desde hace seis meses. Bajo el argumento de acompañar en los cierres de campaña a candidatos de Morena que buscaban una gubernatura, Sheinbaum, Ebrard y López Hernández se “placearon” en seis estados, luego acudieron a los eventos de Morena para dar el banderazo de salida para elecciones de 2023 y 2024 y desde hace ya varios meses ocupan sus fines de semana para visitar los estados.

Politólogos consultados afirman que los tres perfiles mejor posicionados en encuestas no están preocupados en ganar ventaja para Morena frente a los partidos de oposición, sino para sí mismos.

“Las tendencias electorales señalan que morena podría ser el ganador en las elecciones de 2024, esto hace que ellos no se preocupen por candidaturas de la oposición, sino que estén concentrados en el interior del partido porque saben que si ganan la candidatura de su partido prácticamente ganarán la Presidencia de la República”, explica Édgar Ortiz Arellano, politólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).