La Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) finalizó una normativa que promete cambiar radicalmente el panorama financiero para millones de usuarios de tarjetas de crédito en Estados Unidos. A partir de la implementación de esta norma, los cargos por pagos atrasados se verán reducidos drásticamente. De un promedio de costo de 32 dólares, ahora se reducirán a tan solo 8. Este cambio produce alivio al bolsillo de los consumidores e impulsa la equidad en el mercado, al evitar que las empresas se beneficien desmedidamente de los retrasos en los pagos.

Con más de 45 millones de personas afectadas por estos cargos anualmente, se estima que el ahorro acumulado para los consumidores superará los 10 mil millones por año, traduciéndose en un promedio de 220 de ahorro individual. La medida anunciada es un paso adelante en los esfuerzos de la CFPB para erradicar las tarifas excesivas y ocultas que han plagado a los consumidores durante años. Además, se inscribe dentro de una serie de iniciativas para promover mercados más justos y transparentes, incluyendo acciones contra las tarifas por servicios básicos al cliente y las prácticas de sobrecargo.

“Esta fuerza de ataque fortalecerá los esfuerzos interinstitucionales para erradicar y detener el comportamiento corporativo ilegal que aumenta los precios para las familias estadounidenses a través de prácticas comerciales anticompetitivas, injustas, engañosas o fraudulentas”, expresó un comunicado de la Casa Blanca

Paralelamente, el Consejo de Asesores Económicos (CEA) reveló que las políticas implementadas por la administración de Joe Biden están en camino de eliminar más de 20 mil millones en tarifas basura anualmente, señalando una victoria significativa contra estas prácticas predatorias en diversos sectores económicos. Desde tarifas de eventos en vivo hasta cargos bancarios ocultos, los consumidores han estado sujetos a una carga financiera injusta que finalmente está siendo abordada.

Estos esfuerzos colectivos como la reducción de costos de Medicare benefician a los consumidores y la promocionan un entorno competitivo y justo en la economía estadounidense. La reducción de los cargos por pagos atrasados en tarjetas de crédito beneficia a consumidores de forma directa y sienta un precedente para la regulación de tarifas en otros productos y servicios financieros, promoviendo una mayor transparencia del sistema económico.