Era el enlace entre el grupo terrorista y las células radicales en el mundo; su asesinato constituye el primer golpe al terrorismo en la era de Donald Trump.
Fuentes de la organización yihadista internacional Al Qaeda confirmaron, ayer, la muerte de el heredero de Al Qaeda, Abu al Jair al Masri, considerado el número dos del grupo y yerno de su fundador, Osama bin Laden.
La muerte de Al Masri no es menos importante que la de Osama bin Laden, aseguran analistas. “Era el intermediario clave del grupo terrorista con sus filiales y otros grupos yihadistas de todo el mundo. Su matrimonio con una de las hijas de Bin Laden los situó en el corazón de Al Qaeda desde el principio”, explica Charles Lister, profesor del Instituto de Oriente Próximo
