La piratería representa una seria amenaza para la rica tradición artesanal de México, poniendo en peligro no solo la subsistencia de los creadores, sino también la preservación de la identidad cultural del país.

La Cámara Americana de Comercio estima que la piratería tiene un valor de casi tres mil millones de dólares en México, lo que equivale a unos 60 mil millones de pesos. La delincuencia organizada moviliza más de 10 mil millones de pesos en productos de contrabando anualmente en el país.

Esta problemática afecta profundamente a los artesanos, con más de 11 millones de ellos viendo su trabajo perjudicado cada año. La piratería ha impactado hasta en un 70% las ventas de artesanías en Michoacán, y se extiende por todo el país, desde Nayarit hasta Jalisco, causando pérdidas y desilusión.

A pesar de los esfuerzos por combatir este problema, como medidas legales y de aplicación, la piratería continúa proliferando, alimentada por la demanda de productos baratos y la falta de conciencia sobre su impacto devastador en la comunidad artesanal.

Se necesitan reformas legislativas que impidan que pequeños cambios en las creaciones permitan el acceso a la piratería de las piezas, protegiendo así el trabajo y la identidad cultural de México.