En sus primeras declaraciones desde que estalló el escándalo en torno a Harvey Weinstein, su distanciada esposa, la diseñadora de modas Georgina Chapman, dijo que no sabía nada de sus presuntos abusos sexuales y rompió en lágrimas al hablar de sus dos pequeños hijos.
En una entrevista en Vogue publicada online el jueves, Chapman dijo que “pensaba que tenía un matrimonio muy feliz. Amaba a mi familia”. Cuando le preguntaron si tuvo sospechas sobre el comportamiento de su marido, respondió: “Absolutamente no. Nunca”.