El presidente Andrés Manuel López Obrador advirtió que, en caso de que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (INFONAVIT) y el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (INDEP) no transfieran recursos al Fondo de Pensiones para el Bienestar en junio, él se encargará de evidenciar públicamente a la institución responsable. Sin embargo, expresó su confianza en que estas entidades cumplirán con sus obligaciones.

El mandatario destacó que se tienen previstos más recursos para las pensiones, incluidos fondos provenientes de las Administradoras de Fondos para el Retiro (AFORES). Se estima que para 2030 el Fondo de Pensiones para el Bienestar tendrá 160 mil millones de pesos para apoyar a los trabajadores mexicanos al momento de su jubilación. “¡Valió la pena aguantar los insultos!”, exclamó López Obrador, refiriéndose a las críticas que ha enfrentado por esta iniciativa.

La situación podría complicarse si no se transfieren los recursos necesarios, especialmente considerando que la población de jubilados irá en aumento en los próximos años. Sin embargo, el presidente aseguró que el aumento en la cantidad de jubilados se equilibrará con un incremento en los recursos destinados a las pensiones. “Es el remedio y el trapito”, aseveró.

El Diario Oficial de la Federación (DOF) publicó el decreto que crea el Fondo de Pensiones para el Bienestar, después de su aprobación por el Congreso mexicano. El objetivo de esta reforma, según el gobierno de López Obrador, es garantizar una tasa de reemplazo del 100 % para los trabajadores que entraron a la formalidad a partir de 1997 al momento de jubilarse, con un tope de 17 mil pesos mensuales.

El Fondo de Pensiones para el Bienestar se financiará inicialmente con recursos de cuentas inactivas de las AFORES de trabajadores con 70 años en el sector privado y de 75 años en el sector público. Además, la nueva legislación prevé la imprescriptibilidad de los ahorros de los trabajadores, permitiéndoles recuperar sus fondos en caso de haber sido transferidos automáticamente al nuevo fondo de pensiones.

La propuesta de López Obrador también contempla otras fuentes de financiamiento para el Fondo de Pensiones para el Bienestar, como adeudos de diversas entidades por más de 88 mil 500 millones de pesos. El presidente subrayó que el compromiso con los trabajadores y su bienestar es una prioridad de su gobierno y que se implementarán las medidas necesarias para garantizar el cumplimiento de los objetivos del Fondo de Pensiones para el Bienestar.