Jair Bolsonaro, líder en las encuestas para los comicios presidenciales de Brasil y víctima de un atentado, podría reforzar su ventaja con un discurso de “mártir”, pero el ataque podría ser interpretado como un aviso de que sus posiciones extremistas incitan a la violencia, según analistas.
“Es un choque en la campaña” electoral, dijo el profesor de Ciencias Políticas, Carlos Pereira, de la Fundación Getulio Vargas (FGV).
Bolsonaro, candidato presidencial de extrema derecha y líder en las encuestas con el 22 por ciento de la intención del voto para las elecciones del 7 de octubre próximo, fue apuñalado el jueves durante un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais, en el centro de Brasil.
“Una posible opción es que (Bolsonaro) sea convertido en mártir (tras el ataque del jueves). Ya teníamos un mártir en prisión (en referencia a Luiz Inacio Lula da Silva, inhabilitado y encarcelado) y ahora uno apuñalado. No sabemos cómo los electores reaccionarán a eso”, dijo Pereira, en declaraciones al diario O Globo.
Lula da Silva, inhabilitado el pasado 31 de agosto por su condena por corrupción, encabezaba las encuestas con el 40 por ciento de la intención de los votos, pero tras quedar fuera de la carrera electoral es Bolsonaro, un controvertido exmilitar y diputado de extrema derecha, quien liderea los sondeos rumbo al 7 de octubre.
Sin embargo, la encuesta divulgada esta semana por el Instituto Ibope señala que, en una segunda vuelta electoral, Bolsonaro perdería con casi todos los rivales más moderados, como consecuencia del amplio rechazo que genera en algunos grupos sociales como las mujeres, las clases más bajas del noreste del país o los afrodescendientes.
“El efecto del acontecimiento dependerá de quién sea identificado como responsable por el atentado en Juiz de Fora”, explicó Claudio Couto, profesor de gestión pública en la FGV.
“Una parte del electorado capta una martirización del candidato; otra puede argumentar que como el diputado Jair Bolsonaro adopta en su campaña un discurso de enaltecimiento de la violencia, todo ese discurso, calcado a la apología de la violencia, puede haberse revertido contra él mismo”, agregó Couto, citado por O Globo.
Algunos analistas recordaron el precedente de 2014, cuando el candidato del Partido Socialista Brasileño (PSB), Eduardo Campos, falleció en un trágico accidente de avión en agosto y, Marina Silva, que le reemplazó, ascendió hasta lo más alto de los sondeos, por delante de la entonces presidenta Dilma Rousseff.
Sin embargo, con las semanas su apoyo se fue deshaciendo y Silva, que está ahora segunda en las encuestas con el 12 por ciento, quedó fuera de la segunda ronda de 2014 al obtener el 20.9 por ciento de los votos.
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