Ningún banco de Estados Unidos quebró en el 2018

Los bancos de Estados Unidos no atraviesan su mejor momento. La excesiva volatilidad del mercado está espantando a los inversionistas y golpeando el negocio de tráding, el final del ciclo alcista está elevando la incertidumbre, el parón en el alza de tasas de interés obligará a hacer nuevas cuentas y, en general, las perspectivas no son favorables. Sin embargo, la industria bancaria estadounidense atraviesa un momento histórico.

Por primera vez desde el 2006, ningún banco colapsó el año pasado, según datos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés), lo que pone en evidencia la fortaleza del sistema. Por comparación, en el 2008 y el 2009, los años en los que Estados Unidos vivió la mayor crisis financiera de su historia representada en la caída de Lehman Brothers, se produjeron cerca de 300 quiebras de bancos.

La cifra fue bajando paulatinamente hasta situarse en 92 en el 2011, 51 en el 2012, 24 en el 2013, 18 en el 2014, ocho en el 2015, cinco en el 2016, ocho en el 2017 y cero el año pasado.

Mientras, los activos bancarios en liquidación han pasado de los 41,400 millones de dólares en el pico del 2009 a apenas 1,200 millones de dólares en el 2018. La fortaleza de la economía de Estados Unidos, que ha impulsado el gasto de los consumidores, explica la ausencia de quiebras. Se espera que los grandes bancos registren en el ejercicio 2018 un beneficio récord que supere los 100,000 millones de dólares, según cálculos de Bloomberg.

Con información de EL ECONOMISTA

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