Las acciones de Morgan Stanley se hundían este jueves después de conocerse que no cumplieron con las previsiones de los analistas, porque la mayor volatilidad financiera del cuarto trimestre perjudicó a las operaciones de intermediación de activos, lo que provocaba el jueves una baja de un 5 por ciento de las acciones.

El banco se vio golpeado por una combinación de pérdidas en operaciones de renta fija y una baja de resultados de su enorme unidad de gestión de riqueza. Sus rivales, JPMorgan, y Citigroup también habían reportado fuertes caídas de los ingresos de su negocio de intermediación de bonos.

Morgan Stanley es más dependiente de la administración de riqueza que otros bancos, lo que se supone que lo protege mejor de las fluctuaciones del mercado. Sin embargo, en el último trimestre, los ingresos de su negocio de gestión de patrimonio cayeron un 6 por ciento por la disminución de los activos de los clientes.

“El 2018 fue un gran año que terminó con una nota decepcionante”, dijo el presidente ejecutivo, James Gorman, en una conferencia telefónica con analistas. “No creemos que el cuarto trimestre sea la nueva normalidad”.

Con información de EL FINANCIERO