Peso se deprecia, oro aumenta valor y crudo sube por ataques de Irán contra la base estadounidense de Ain Al Assad en Irak

El peso mexicano perdió 0.57%, a 19.0047 unidades en su cotización frente al dólar en horas posteriores al cierre oficial de Banxico, en medio de la escalada de violencia militar en Oriente Medio y tras la confirmación de que proyectiles fueron disparados contra la base aérea Al Asad en Irak, que alberga a las fuerzas de Estados Unidos.

El valor del oro, considerado un refugio para los inversionistas, aumentó 1.75%, de 1,565 dólares la onza a 1,593, en una tendencia que refleja el nivel de tensión internacional y que hizo que este activo registrara su mejor desempeño en siete años.

La cotización del petróleo West Texas Intermediate (WTI), de 62.709 dólares por barril, subió a 64.69 dólares, con una apreciación de 3.17 por ciento.

La agencia de noticias Reuters informó hacia las 6 de la tarde hora del centro de México que se registraron ataques con proyectiles en varios lugares de Irak, incluida la base aérea Al Asad, días después de que fuerzas militares estadounidenses ejecutaran al militar iraní Qassem Soleimani. 

El periódico The New York Times informó que en los ataques se utilizaron más de una docena de misiles balísticos y que tuvieron como objetivo dos bases militares, de acuerdo con fuentes del Pentágono. 

“Estamos trabajando en evaluaciones iniciales de daños en la batalla”, dijo el portavoz del Pentágono Jonathan Hoffman en un comunicado, agregando que las bases atacadas eran la base aérea de al-Asad y otra en Erbil, Irak.

En tanto, la Guardia Revolucionaria de Irán confirmó que disparó cohetes en represalia por el asesinato de Qassem Soleimani la semana pasada, según la televisión estatal.

“La feroz venganza de los Guardias Revolucionarios ha comenzado”, dijo el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán en un comunicado en un canal de Telegram, de acuerdo con el diario estadounidense.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue informado del ataque contra instalaciones estadounidenses en Irak y estaba pendiente de la situación, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.

“Somos conscientes de los informes de ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak. El presidente ha sido informado y está muy pendiente de la situación y consultando con su equipo de seguridad nacional”, dijo Grisham en un comunicado.

La escalada del conflicto

El asesinato del general Soleimani, de 62 años de edad, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución Islámica en Irán, hizo encenderse todas las alertas ante la posibilidad de un conflicto generalizado en la región de Oriente Medio.

En total, 10 personas, cinco iraquíes y cinco iraníes, fueron asesinadas la madrugada del 3 de enero cerca del aeropuerto internacional de Bagdad, cuando el vuelo del general Soleimani llegó desde Siria.

Soleimani fue responsable de construir la red militar de Teherán en todo Oriente Medio. Fue una figura clave en la orquestación de la larga campaña de Irán para sacar a las fuerzas estadounidenses de Irak.

En Washington, el Secretario de Defensa de Estados Unidos negó el lunes 6 de enero la información difundida sobre los supuestos preparativos del Ejército estadounidense para retirarse de Irak, donde Teherán ha mantenido una disputa con Washington por el control sobre la región durante casi dos décadas de guerra y disturbios.

Las advertencias cruzadas entre Estados Unidos e Irán sobre nuevos ataques y represalias han avivado también los temores sobre un conflicto más amplio en Oriente Medio y llevaron al Congreso de Estados Unidos a exigir medidas legales que impidan al presidente Donald Trump entrar en guerra con Irán.

“Nos cobraremos venganza, una venganza dura y definitiva”, dijo el líder de la Guardia Revolucionaria de Irán, el general Hossein Salami, ante decenas de miles de personas reunidas en la ciudad natal de Soleimani, Kermán.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, así como diversos líderes militares iraníes, han afirmado que se adoptarán medidas de represalia proporcionales a la acción de Estados Unidos, aunque tan sólo se llevará a cabo en un momento y lugar elegido por Teherán.

Con información de EL ECONOMISTA

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