¿Seremos testigos de una recesión global o en EEUU? No. Creemos
que el 2020 debería mostrar un repunte continuo en la actividad
económica, aunque moderada. Esperamos que el crecimiento se mantenga en
torno a los niveles en tendencia en las principales
economías, pero creemos que EEUU podría dar una sorpresa al alza.
¿Se mantendrá la tregua comercial entre Estados Unidos y China? Si. Esperamos que la reciente tregua se prolongue ya que ambas partes tienen sólidos incentivos para evitar una mayor escalada.
¿Seguirán en pausa los principales bancos centrales? Si. Creemos
que la Reserva Federal no necesitará recortar más las tasas debido a una
mejora en el panorama global, y que la inflación no se elevará lo
suficiente como para justificar un aumento. Esperamos
que el Banco Central Europeo también siga en pausa, al tiempo que
presiona a los responsables de la política para que otorguen apoyo
fiscal. Creemos que el Banco de Japón continuará con una postura dovish
pero con acciones limitadas. El Banco de Inglaterra
podría necesitar recortar tasas para soportar a una economía frágil.
¿Aumentara mucho la inflación subyacente en Estados Unidos? No.
Es probable que la inflación aumente, especialmente con efectos básicos
sobre el petróleo, pero creemos que la inflación subyacente permanecerá
contenida, lo que sugiere que habrá poca presión
sobre la Fed para aumentar las tasas.
¿La política y la geopolítica continuarán impulsando los mercados?
Si. Es probable que el comercio siga protagonizando los titulares, y no
solo para Estados Unidos y China, sino también para Europa. Con las
próximas elecciones estadounidenses y las interrogantes
políticas en Alemania, Italia y Francia, la política interna también
podría tomar el control. Además, con la relativa claridad de la
proyección a futuro de los bancos centrales, éstos deberían quedar en
segundo plano.
¿Volveremos a ver mercados de renta variable positivos? Si.
Creemos que un mejor escenario global y una menor incertidumbre en torno
al comercio y el Brexit continuarán respaldando el apetito por el
riesgo y, por lo tanto, los mercados de valores. Debería
persistir una mayor volatilidad, como lo demuestran las tensiones entre
Estados Unidos e Irán.
¿Los rendimientos aumentarán bruscamente? No. Creemos que un
mejor crecimiento y sentimiento de los inversores implican que los
rendimientos continúan subiendo, pero los temores de crecimiento no
desaparecerán, y con la inflación apagada, es probable
que los rendimientos permanezcan contenidos.
¿Las acciones de valor superarán? No. Es probable que el reciente
repunte continúe en el corto plazo, lo que debería hacer que los
activos europeos continúen funcionando bien, pero esperamos que la
demanda de calidad se mantenga, lo que respaldará las
acciones de crecimiento y el mercado de EEUU a mediano plazo.
¿Se incrementarán los precios del petróleo? No. Si bien es
probable que las tensiones en el Medio Oriente sigan caldeándose, lo que
sugiere una mayor prima de riesgo para los precios del petróleo, la
oferta sigue siendo amplia gracias al esquisto de
EEUU, Arabia Saudita y Rusia, lo que indica que no habrá un aumento de
precios. Es improbable que el crecimiento se dispare, lo que también
deberá fungir como un límite en los precios.