A pesar de que algunas plantas automotrices han realizado pruebas piloto de los protocolos sanitarios establecidos por el Consejo de Salubridad General para reanudar operaciones, tras las medidas restrictivas para evitar la propagación del COVID-19, las autoridades aún no han dado a conocer la fecha exacta para el reinicio de actividades, informó Fausto Cuevas, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
En videoconferencia, el directivo dio a conocer que en las reuniones con la Secretaría de Economía (SE), del Trabajo (STPS) y de Relaciones Exteriores (SRE), así como con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se han revisado los protocolos sanitarios para proteger la salud de los trabajadores; sin embargo, destacó que también ha manifestado la urgencia de tener certeza respecto a la fecha en que podrán abrir.
“Hemos revisado los protocolos de sanidad, para estar seguros y velando por el cuidado de la salud del personal que regrese a laborar, con miras de evitar que estos centros de trabajo se conviertan en un brote que reactive la epidemia del COVID-19. Desafortunadamente, en ningún caso nos han podido determinar fechas y cómo pudiéramos regresar”.
El director general de la AMIA aseguró que son presionados por clientes de Estados Unidos, Europa e incluso China para el reinicio de operaciones.
El presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Óscar Albín, precisó que los protocolos del IMSS, que contemplan 40 puntos, son entendibles y alcanzables para los productores de autopartes, por lo que ya han realizado pruebas piloto y “fueron mejor de lo que esperábamos. La inversión en aplicarlos no es significativa, porque muchas plantas ya tenían un sistema de salud”.
Puntualizó que es urgente reiniciar operaciones, pues se corre el riesgo de perder clientes de Estados Unidos, en donde la mayoría de las plantas automotrices ya iniciaron operaciones. Dijo que la promesa del Presidente Andrés Manuel López Obrador es que la industria de autopartes empiecen a laborar de tres a cinco días antes de que abran las fábricas del país vecino del norte, previsto sea de 100 por ciento el próximo 18 de mayo.
Por ello, sugirió, que si el Presidente López Obrador anuncia su plan de reapertura económica el próximo miércoles se permita que ese mismo día se puedan abrir las plantas para poder hacer labores de limpieza y el movimiento de algunos insumos.
“Hoy el presidente López Obrador dijo que el miércoles van a decir cuándo abrimos, ojalá lo pueda decir mañana para anunciar que se abra el miércoles”, dijo.
Sin embargo, Óscar Albín también comentó que segmentar el regreso de operaciones de la industria de autopartes de acuerdo a las regiones que no tienen contagios de COVID-19, no sería operativo para la cadena de suministro, ya que se detendría la manufactura por la falta de un componente para alguna fábrica de Estados Unidos, Canadá o México.
“Más que una cadena de abastecimiento hay una red en donde en todos los nudos de ésta hay un fabricante automotriz. Por ejemplo, existen fábricas en Yucatán de fabricación de arneses que se utilizan para la fabricación de una marca americana. Si esta planta no arranca, esa fábrica de autos no va a poder producir; y ésta no puede iniciar, porque le puede faltar otro insumo. No lo vería como una cadena de abastecimiento, si no una red en donde en todos los nudos de la red hay un fabricante automotriz que le surte hacia abajo hacia arriba o hacia los lados”, manifestó.
Por su parte, Miguel Elizalde, presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact), dijo que están comprometidos como industria a cumplir con las máximas exigencias nacionales, internacionales y corporativas, autoestableciendo estándares sanitarios.
“Decidir entre el 13 de mayo o el 18 de mayo será la diferencia para salvar cientos de miles de empleos. Estamos listos los fabricantes de vehículos para el autotransporte y reabrir la industria”, aseguró.
Con información de: LA RAZÓN