La Ciudad de México seguirá de la semana del 20 al 26 de julio en color naranja del semáforo epidemiológico, informó la jefa de Gobierno capitalina, Claudia Sheinbaum Pardo. 

En videoconferencia de prensa, detalló que hay mejoría en los números de hospitalizados, ya que están disminuyendo; sin embargo, reconoció que aún no hay condiciones para cambiar al amarillo y se buscará bajar más las cifras de enfermos en hospitales y de contagiados. 

Sheinbaum llamó a la población a la responsabilidad para evitar regresar al color rojo, el de máxima alerta, que implicaría aumentar el confinamiento y cerrar negocios. Si aumenta el número de personas hospitalizadas se tendrán que cerrar algunas actividades, advirtió.

El modelo de semáforo epidemiológico, explicó, tiene que ver con la participación de la ciudadanía y el número de contagios, porque lo que se trata de evitar es la saturación en los hospitales.

Por su parte, el director general de Gobierno Digital de la Agencia Digital de Innovación Pública, Eduardo Clark, dio a conocer que después de dos semanas en semáforo naranja, para el 26 de julio los servicios religiosos podrán volver a abrir, pero con 30% de su capacidad de aforo.

También tendrá que haber un riguroso uso de cubrebocas durante toda la celebración, Sana Distancia entre asistentes, control de entrada con filtros sanitarios para detección de síntomas y toma de temperatura, y la celebración religiosa debe tener una duración máxima de 30 minutos.

En ese mismo contexto, las bibliotecas de la urbe podrán reactivar el préstamo de libros; los lectores no podrán quedarse en los recintos. 

Asimismo, Clark presentó las nuevas reglas de operación para el Centro Histórico, donde destaca que el comercio al mayoreo contará con un horario diferenciado, de 6:00 am a 12:00 pm, mientras que el menudeo operará de 11:00 a 18:00 horas; también se van a facilitar los ingresos para carga y descarga en la zona.

Con información de El Economista