Efectos de corto y mediano plazo en la estructura del empleo / Columna de Raúl Martínez Solares

La pandemia que enfrenta el mundo tendrá algunos de sus más profundos y graves efectos en el corto y largo plazo en el empleo.

Por un lado, la contracción de la actividad económica producto del cierre de la mayor parte de la economía mundial, sumada a la caída del consumo en los hogares también por la cuarentena, produjo con distinta intensidad, pero siempre de manera grave en los países, tanto un crecimiento del desempleo, como una reducción de los ingresos asociados por la actividad laboral en una proporción elevada de las personas en el mercado laboral.

De acuerdo con datos de la OCDE, el efecto en el desempleo es ya 10 veces más grande que aquel que provocó la crisis financiera global de 2008-2009. Al cierre de 2020 el desempleo será por lo menos del doble del que existía el cierre 2019 y, para países como México, potencialmente del triple.

Algunas empresas han recurrido a la reducción de horas de trabajo, pero en algunos sectores el número de despidos es muy elevado (como en el sector turístico y de transporte de pasajeros).

En otros sectores, la pandemia provocó una migración acelerada hacia la operación digital, por ejemplo, en la actividad comercial, lo que provocará una transformación permanente en la naturaleza de los empleos. De acuerdo McKinsey, el crecimiento del comercio electrónico en Estados Unidos en tres meses fue el equivalente al de los 10 años previos. En México muchas empresas adecuaron sus estructuras de manera contingente frente a la emergencia para operar a través de medios digitales y es altamente probable que cuando la pandemia esté bajo control, no se recuperen los mismos empleos que existían.

Los hábitos de los consumidores empujarán esas tendencias. En EUA 60% de los consumidores mantendrán sus nuevos patrones de consumo en la adquisición de productos y marcas después de la pandemia.

Adicionalmente, ante rebrotes en países que habían manejado adecuadamente la pandemia, a los que se suman los derivados de una pésima administración otros países, aumenta la probabilidad de un escenario de un doble golpe en el sector laboral, ante un eventual nuevo cierre parcial de la economía.

El escenario de desempleo y de una notable reducción de los ingresos a los hogares se prolongará por lo menos en el 2021 y se dará una recuperación gradual sólo en la medida en que los sectores de forma diferenciada vayan recuperando sus niveles de actividad. En el sector de aviación, en México se estima que a finales de 2021 se habrá recuperado entre el 60 y el 80% de la actividad al cierre de 2019.

Estos cambios acelerarán además los cambios actuales en las tendencias de empleo. Los jóvenes en muchos casos entrarán al mercado laborar sin las herramientas para enfrentar las nuevas necesidades de las empresas y en condiciones de bajos salarios y más competencia. Cambios en la dinámica de automatización, economía digital, mas énfasis en la economía del conocimiento afectaran más a países con serios rezagos educativos como México.

Si desde la desde lo público y lo privado, no se acuerdan iniciativas que atiendan con programas de emergencia los impactos en lo laboral, y preparen además a las nuevas generaciones con los conocimientos y habilidades necesarias para enfrentar la futura dinámica del empleo, los efectos negativos sobre el empleo y sobre las personas tendrán impacto en la siguiente década.

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