En los mercados continúa la preocupación ante la los efectos de la segunda ola Covid

Sigue la tónica negativa del peso mexicano, por momentos de la madrugada presionándose hacia $21.50 spot, después de que la vuelta a los confinamientos nacionales en algunas de las mayores economías de Europa como intento para contener una segunda ola de contagios de COVID-19 y temores a un conflicto post-electoral en EUA provocaron una liquidación en los activos globales de mayor riesgo.

Las pérdidas no se han intensificado más debido a dos cifras económicas en EUA que superaron las expectativas del mercado: PIB del tercer trimestre del año y solicitudes iniciales de desempleo. Esta percepción de mejora económica ayuda a la moneda a cotizar cerca de $21.35. Por el resto del día, el tipo de cambio podría fluctuar entre los $21.20 y $21.50 (el euro entre $1.167 y 41.173).

Por su parte, las principales bolsas en el mundo operan en terreno mixto, luchando por estabilizarse después de las fuertes caídas de días previos, atentas también a la temporada de reportes corporativos. Hoy publican sus resultados trimestrales en EUA las grandes tecnológicas: Apple, Amazon, Twitter, Alphabet y Facebook

Los mercados financieros globales siguen reaccionando con preocupación ante la concreción de los efectos de la segunda ola. El número de positivos por coronavirus sigue creciendo y amenazando la recuperación. Francia ya ha pedido a sus ciudadanos no salir de casa, salvo para actividades esenciales. Alemania ha ordenado el cierre de bares, restaurantes y otros centros de reunión. Si bien el repunte de casos de COVID-19 no es una novedad, sí lo es el hecho de que en las últimas semanas se haya acelerado mucho su incremento en la mayoría de países europeos y en algunos estados de EUA, algo que parece haber tomado por sorpresa a los distintos gobiernos que, como ocurrió en marzo, han vuelto a optar por confinar en mayor o menor medida a la población y a detener una parte importante de la actividad empresarial como única solución para evitar la saturación de los sistemas sanitarios de sus respectivos países.

Este tipo de medidas hace muy factible que muchas de las economías desarrolladas, especialmente las europeas, vuelvan a decrecer en el cuarto trimestre, no pudiéndose descartar que entren nuevamente en recesión. Este escenario no era el que venían descontando los inversionistas, que esperaban que en esta ocasión las medidas de contención del virus no fueran tan drásticas y, por tanto, no infligieran tanto daño a la economía.

Además, los mercados están cada vez más preocupados por la posibilidad de unas elecciones disputadas en EUA que podrían desatar una fuerte ola de ventas de activos de riesgo. Sondeos de opinión le dan a Biden una ventaja significativa a nivel nacional frente a Trump, pero su liderazgo es menor en los estados considerados “péndulo o columpio”.

Por su parte, algo que ayuda a tranquilizar un poco a los mercados, son las cifras positivas en EUA. El PIB estadounidense rebotó con fuerza en el tercer trimestre del año, con una expansión de 33.1% a tasa trimestral anualizada, ligeramente por arriba de lo esperado (+32.0% pronosticado). Esta variación implica un avance trimestral de 7.4% y una caída anual de 2.9%. Así, el PIB se ubica solo 3.5% por debajo de los niveles previos a la pandemia.

Por su parte, las solicitudes iniciales de desempleo bajaron en 40 mil a 751 mil, un mejor desempeño de lo estimado (770 mill), con lo que se ubica en su mejor nivel desde marzo pasado, cuando comenzó a intensificarse las medidas de confinamiento para hacer frente a la pandemia.

Por otro lado, el Banco Central Europeo mantuvo sin cambios su política monetaria pese al avance del coronavirus, pero insiste en que está preparado para emplear todas sus herramientas si es necesario. Su decisión era la esperada, si bien los inversionistas observan cada vez con mayor preocupación el impacto económico de la pandemia y aguardan una señal clara de la institución de anuncios de nuevos y/o mayores estímulos, probablemente en su encuentro de diciembre.

El precio internacional del petróleo (WTI) retrocede otro 3% (ayer cayó cerca de 5.0%) para ubicarse alrededor de 35.50 dólares por barril, mínimo de mayo, en gran parte por el pesimismo generalizado en los mercados con una subida de casos del coronavirus, que podría llevar a una ralentización de la actividad económica y una menor demanda energética a nivel global, así como por el incremento superior a lo esperado en los inventarios de crudo estadounidense.

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