La Reserva Federal fue casi unánime en su decisión el mes pasado de dejar sin cambios su programa de compra de bonos, pero dejó un amplio margen para que en el futuro los funcionarios decidan si se deben realizar cambios y cuándo, según las minutas de la reunión de política monetaria del banco central.
“Todos los participantes” en la sesión acordaron que la Fed debería comprometerse en mantener el programa hasta que haya “un progreso sustancial adicional” hacia los objetivos de la entidad para la economía.