Perspectiva económica de México en el Cuarto trimestre 2020 – Análisis

En el 2020 la economía mexicana se contrajo 8.5%, representando el segundo año al hilo que la economía se contrae (2019: -0.05%) y siendo la segunda ocasión que esto ocurre, pues en el 2001 cayó 0.18% y en el 2002 la contracción fue apenas de 0.04%. La caída del PIB es la -5% mayor desde 1932 con la Gran Depresión, cuando el PIB de México disminuyó 14.9%. Para México la crisis del Tequila (1995) tras el llamado “error de diciembre” era el punto de comparación de toda recesión, pues la economía se había -20% contraído 6.2%. Ahora, esa referencia parece quedar en la historia, pues el 2020 fue un año extraordinariamente malo en términos económicos y de salud.

Microsoft Word – Perspectiva económica de México 4T 2020.docx

En el cuarto trimestre del 2020, el PIB continuó con su recuperación al mostrar un crecimiento trimestral de 3.1%
(ver Fig. 1). Sin embargo, los avances de los últimos dos trimestres no han sido suficientes para compensar la caída
del segundo trimestre, pues a tasa anual el PIB del cuarto trimestre registró una contracción de 4.6%, sumando seis 10% trimestres consecutivos de caídas (en cifras ajustadas por estacionalidad), empatando al mayor periodo de retrocesos

que va del tercer trimestre de 1982 al cuarto trimestre de 0%

1983. Debido a que para el primer trimestre del 2021 aún se anticipa una caída anual de 4.0%, se registraría un nuevo récord en caídas anuales consecutivas del PIB. Así, se estima que será en el segundo trimestre del 2021 cuando se interrumpan las caídas anuales, con un incremento de 15.6%, debido a la base de comparación baja, pues fue en el segundo trimestre del 2020 cuando se dio el confinamiento estricto y la caída profunda del PIB.

Al interior del PIB, el sector primario tuvo su única disminución en el año al caer a una tasa trimestral de 2.6%. Sin embargo, a tasa anual creció 4.9%, con lo que el sector primario termina creciendo 2.1% en 2020, siendo el único sector con tasa positiva (ver Fig. 2). Los sectores

secundarios y terciarios continuaron recuperándose de las fuertes caídas que sufrieron en el segundo trimestre, aunque a menor ritmo que en el trimestre pasado. En el sector secundario, se comenzaron a observar señales de estancamiento en algunas industrias manufactureras durante noviembre, luego de ser el principal motor de la recuperación el trimestre previo, sin embargo, aún así logró crecer 3.3% en el cuarto trimestre (tasa anual -3.4%). Por su parte, el sector servicios mostró un crecimiento trimestral de 3.0%, aunque en términos anuales es el más rezagado al mostrar una caída de 5.3%. En el año, el sector secundario cayó 10.2% y el terciario 7.9% con respecto a 2019. Hacia finales del año, el sector servicios fue afectado por el repunte en el número de contagios por coronavirus, lo que ocasionó que se reforzaran las restricciones de movilidad en Chihuahua y Durango durante noviembre y Estado de México, Ciudad de México, Baja California y Zacatecas en diciembre. Entre estas seis entidades representan en conjunto 35.2% del PIB.

Cifras de crecimiento del PIB en el cuarto trimestre de 2020

Crecimiento trimestral3.1%Es el cambio porcentual del PIB del tercer trimestre vs. el PIB del trimestre inmediato anterior. Dado que en el tercer trimestre fue el rebote al crecer 12.1% se esperaba una tasa más moderada para el último trimestre del año.
Crecimiento trimestral anualizado12.9%Este cálculo muestra cuál sería el crecimiento si el crecimiento trimestral se repitiera todo el año (por 4 trimestres). Esta es la manera en que Estados Unidos reporta su crecimiento del PIB. Se calcula como: !!”# %& ‘(‘(“) − 1 !”# ‘& ‘(‘(
Crecimiento anual-4.6%Es el cambio porcentual del PIB del tercer trimestre vs. el PIB del mismo trimestre del año anterior.
PIB anual-8.5%Es el promedio de los cuatro trimestres del año, dado que el valor del PIB trimestral se multiplica por cuatro.

Escenarios de recuperación en 2021

Escenario 1 (optimista): la economía regresaría a los niveles observados previo a la pandemia hasta el 2024, asumiendo un crecimiento del 4.6% para el 2021 como lo establecen los Criterios Generales de Política Económica de la Secretaría de Hacienda y de 2.0% para los años siguientes (ver Fig. 3). En términos per cápita, la recuperación total sería hasta el 2028, asumiendo una tasa de crecimiento de la población del 1%.

Escenario 2 (central): la economía se recuperaría hasta el 2025, asumiendo un crecimiento de 3.8% en 2021 y de 1.5% en los años siguientes. En términos per cápita, la recuperación total sería hasta 2036.

Un crecimiento anual de 3.8% en el PIB es consistente con crecimientos trimestrales pequeños, muestra de la lenta recuperación. Cabe recordar que hasta el 2018 México mostraba una tasa de crecimiento promedio anual aproximada al 2%, pero al mostrar la inversión fija bruta caídas el crecimiento de largo plazo se limita, por lo que se asumen crecimientos aproximados de 1.5% anuales (manteniendo lo demás constante).

2

BANCO BASE

Bajo el escenario central de un rebote del PIB en el 2021 de 3.8%, luego de caer 8.5% en el 2020, la actividad económica al cierre del 2021 aún se encontraría 5.6% por debajo de su último pico observado en el tercer trimestre del 2018 y 3.7% menos de lo observado previo a la pandemia (primer trimestre del 2020). Se espera que la debilidad en la actividad económica continúe durante la primera mitad de este año, todavía limitada por las restricciones sanitarias. La segunda mitad del 2021 se podría ver beneficiada si se controla la pandemia y si no existen decisiones de política económica que generen una mayor cautela, dado que la economía funciona a base de confianza por lo que será relevante propiciarla para generar un mayor crecimiento económico.

Escenario 3 (pesimista): la economía alcanzaría la recuperación completa en el 2026, asumiendo un crecimiento de 2.5% en el 2021 y de 1.5% en años posteriores. En términos per cápita, la recuperación sería en 2039. Este escenario implicaría un efecto “W” en la recuperación con una recesión moderada en el 2021. Este escenario podría darse si continúa la crisis sanitaria hasta la segunda mitad del año, si se genera un subejercicio o recorte importante en el gasto público, si la recuperación de las exportaciones se estanca o si la cautela entre los consumidores y empresas continúa en niveles altos.

Para efectos de comparación, la recuperación económica
después de la Crisis del Tequila de 1995 tomó un año y
nueve meses, mientras que en la Crisis Financiera del 2009
el PIB tardó dos años en recuperar los niveles observados
previo a la crisis. En este sentido, esta sería la crisis más
profunda desde la Gran Depresión y la de más larga recuperación en la historia de México (escenario central: 5 18,000,000 años), dando la forma de “U” extendida debido a cuatro

principales factores: 17,500,000

Fig. 3. PIB real, mdp de 2013

Optimista Central Pesimista

19,000,000 18,500,000

  1. La inercia negativa de la economía mexicana desde finales del 2018.
  2. La ausencia de política fiscal contracíclica. Los estímulos fiscales en gasto en salud representan alrededor del 0.2% del PIB, mientras que los apoyos para empresas y hogares representan el 0.5% del PIB, siendo el país que menos recursos ha destinado para mitigar la crisis dentro del grupo del G-20.

17,000,000 16,500,000 16,000,000

  1. La trayectoria de la pandemia en el país. El confinamiento durante abril y mayo no logró disminuir de manera significativa los contagios diarios por Covid19, por lo que gran parte del año se mantuvieron las restricciones. A finales del 2020, nuevamente se comenzaron a endurecer las medidas sanitarias.
  2. Lasfuertescaídasquesehanobservadoenlainversión.

Desempeño de los componentes de la Demanda Agregada

Consumo privado. A octubre 2020 (último dato disponible) el indicador de consumo privado hila 11 meses consecutivos con caídas, promediando una contracción anual de 12.3%, que contrasta con la caída del 2009 de 5.8% y la caída de 1995 de 4.7% (ver Fig. 4). Al interior del indicador de consumo privado, el componente más rezagado es el de bienes de origen importado, con una caída promedio anual de 18.4%. La débil recuperación del consumo de bienes importados tras la reapertura se debió en gran parte a la depreciación acumulada del peso. Si bien el peso ganó terreno frente al dólar las últimas semanas del 2020, el consumo de este tipo de bienes se vio afectado también por los cuellos de botella en las aduanas, debido a los nuevos requisitos de etiquetados y al cambio de la administración aduanera.

Por su parte, la recuperación del consumo de bienes y servicios de origen nacional ha ido perdiendo fuerza, mostrando a octubre una disminución anual de 8.0%, con ritmos de recuperación diferenciados entre ambas categorías:

3

BANCO BASE

Bienes:
El consumo de bienes de origen nacional ha mostrado una recuperación más acelerada, ya que de registrar una caída
de 22.7% en mayo, para octubre se encontraba cerca de
una recuperación total al presentar una caída anual de
1.3%. El consumo de bienes nacionales ha sido apoyado 5% por el incremento anual de 0.5% en el consumo de bienes
no duraderos en octubre, como reflejo de que los consumidores han enfocado su gasto hacia bienes esenciales y de menor costo, mientras que el consumo de
bienes duraderos y semiduraderos registran caídas anuales durante el décimo mes de año de 9.8% y 7.7%, respectivamente. -20%

-25% -30%

Para los dos últimos meses del 2020 y principios del 2021, se perciben riesgos para la recuperación del consumo, principalmente para los duraderos, resaltando: 1) el repunte de la pandemia, lo cual obliga a mayores restricciones de movilidad (los 10 estados en semáforo rojo representan el 54.3% del PIB de México); 2) la debilidad en el ingreso de las familias; 3) la cautela en el gasto de los consumidores; y 4) la ausencia de estímulos fiscales.

10%

Fig. 4. Indicador de Consumo Privado en el Mercado Interior, var. % anual

0% -5% -10% -15%

Servicios:
El consumo de servicios pasó de caer a una tasa anual
23.5% en mayo a contraerse 14.8% en el décimo mes del
año, evidenciando una lenta recuperación relativo al
consumo de bines. Esto debido a que los servicios tuvieron
una apertura tardía y una vez abiertos estos operaron con
restricciones en su aforo. Para el cierre del año, la
recuperación del consumo de servicios se ha puesto en peligro debido al repunte de la pandemia en el país. Entre noviembre y diciembre se restringieron nuevamente este tipo de actividades en 6 estados del país previamente mencionados, los cuales representan el 41.4% del sector servicios del país.

Por el contrario, el único factor que contribuye con la recuperación del consumo es la llegada de remesas del exterior.

10% 5% 0% -5% -10% -15% -20% -25%

Fig. 5. Inversión Fija Bruta

variación % anual

Fuente: INEGI,

En este sentido, Grupo Financiero Base estima una contracción del consumo privado de alrededor del 11% durante el 2020, superando la mayor caída en registro de 5.8% durante la Crisis Financiera del 2009. Para el 2021, se anticipa un rebote de 4.5%, donde el consumo durante la primera parte del año podría verse deprimido debido a que el virus se ha propagado a una mayor velocidad relativo a la aplicación de la vacuna.

-30% Total

-35% Maquinaria y equipo

-40% Construcción una tendencia decreciente desde agosto del 2018 a octubre -45%

Inversión Fija Bruta. La inversión fija bruta ha mostrado

del 2020 (último dato disponible), registrando caídas -50% anuales en 24 de esos 27 meses y 21 meses de caídas consecutivas (ver Fig. 5). Lo anterior pone en evidencia que
la economía atravesaba por un panorama de incertidumbre

desde antes de la pandemia, la cual se debe a los siguientes factores:

1) Factores externos: la fractura en la relación entre México y Estados Unidos provocada por la administración de Trump, especialmente en materia comercial y migratoria.

Para octubre, la inversión registró una disminución anual
de 13.7% y una caída promedio durante los primeros diez
meses del año de 19.9%. Sin embargo, desde su último
pico (julio 2018), la caída es más profunda, pues se encuentra 23.9% por debajo de este nivel. Cabe mencionar que, a diferencia de otros componentes del PIB, la inversión muestra una recuperación más gradual ante los choques 28% ocasionados por una crisis económica. En la Crisis Financiera del 2009 la inversión tardó 39 meses en superar

2) Factoresinternos:lapolíticaeconómicanoortodoxaporpartedelgobiernofederal,quehaconsistido en incrementar el rol del Estado en la economía en el mercado energético, incrementar el rol de las fuerzas armadas en materia de seguridad interior, proyectos de infraestructura con poca utilidad social y el debilitamiento de los órganos autónomos del Estado.

Bajo este contexto, la llegada de la pandemia ocasionó que la inversión tocará fondo en mayo, con una contracción anual de 38.3%, la mayor en registro. Con la reapertura en junio, la inversión inició su recuperación, registrando un rebote de 21.3% mensual. Los avances en los siguientes meses fueron más modestos y poco estables, pues la inversión llegó a retroceder a una tasa mensual de 2.6% en septiembre.

el pico observado previo a la crisis y tras la Crisis del Tequila
le tomó 52 meses alcanzar el pico registrado antes de la 22%

crisis, por lo que es probable que la inversión alcanzaría su último pico hasta después del 2025. Como proporción del PIB, la inversión de los primeros 9 meses del 2020 representó 18.9%, cayendo a niveles no vistos desde 1996

Sep 2020

La inversión ha sido arrastrada tanto por la inversión en
maquinaria y equipo con una caída anual de 14.9%, como
por la inversión en construcción con un retroceso anual del
12.4% en octubre. Destaca al interior de la inversión en
construcción la debilidad en la inversión no residencial, que, a pesar del plan de infraestructura presentado en coordinación entre el sector público y privado, presenta una disminución de 19.5% anual. Por su parte, la inversión en construcción residencial presenta una caída anual de 5.4%. Cabe agregar que, la inversión de origen público ha ido a la baja, por lo que se sugiere generar un ambiente de confianza para fomentar la inversión privada, que al tercer trimestre del 2020 representaba el 85.5% de la inversión total en México. La inversión se relaciona con el crecimiento económico de largo plazo, por lo que el crecimiento económico de México en el largo plazo, tras agotarse el efecto rebote de la crisis del 2020, podría ser alrededor de 1.5%, en lugar del 2% que se tenía como promedio anual hasta el 2018.

Factores que inhibieron la inversión durante el 2020

  1. La pandemia de coronavirus, que durante el segundo trimestre provocó la mayor caída del PIB en registro y hasta la fecha aún atenta contra la actividad económica, así como la decisión inicial de dejar la estrategia de vacunación exclusivamente en manos del gobierno federal.
  2. Laconsultaciudadanaqueoriginólasuspensióndepermisosdeusodeaguaaunaplantacervecera de Constellation Brands, la cual se encontraba en construcción en Mexicali, Baja California.
  3. Cambiosenelmarcoregulatorioenmateriaenergética,quehaoriginadodebateinternoenmateria de competencia económica y que en dos ocasiones ha sido motivo de reclamos por parte de legisladores estadounidenses, que buscan defender los intereses de inversiones, públicas y privadas, ya realizadas en el mercado mexicano.
  4. LafaltadeunacuerdoentrelaCFEylaempresaespañolaIberdrolasobreelpermisoparahaceruso de un ducto de gas natural, que llevó a que la empresa cancelara la construcción de una planta termoeléctrica de 1,200 millones de dólares.

Fuente: INEGI, IMF World Economic Outlook Octubre 2020

BANCO BASE

  1. Lareformaalsistemadepensionesqueincrementalacargacontributivadelospatronesydisminuye los requisitos para que los trabajadores obtengan el derecho a una pensión garantizada, lo cual hará más lenta la recuperación del mercado laboral.
  2. LadecisióndelaSupremaCortedeJusticiadelaNación(SCJN)dedeclararquelaconsultaciudadana propuesta por el Presidente para determinar si se debe enjuiciar a los expresidentes es constitucional y no constituye una violación de derechos humanos, lo que generó duda sobre la autonomía del Poder Judicial y el rol de contrapeso que juega la SCJN en el gobierno.
  3. La propuesta, aún no aprobada por el Senado, de reformar la Ley del Banco de México para obligar al banco central a comprar las divisas excedentes que los bancos privados no puedan repatria a su país de origen y que ha causado controversia por atentar contra la autonomía del Banco, además de que representa riesgos para el instituto en materia de lavado de dinero.
  4. Lareformasobrelasprácticasde“outsourcing”,lacualaúnserádiscutidaenelCongresoenfebrero, podría representar un aumento en la carga laboral para las empresas y desincentivar el empleo formal.

Grupo Financiero Base estima una contracción de la inversión de alrededor del 19% durante el 2020 y un rebote de 6.5% en el 2021. Aún se perciben riesgos a la baja para la inversión, destacando que las empresas no tienen los ingresos suficientes para invertir y en muchos de los casos están tratando de sobrevivir. Lo anterior, se ha evidenciado en la cartera vigente otorgada a empresas, la cual ha mostrado una variación negativa en octubre y noviembre, las primeras desde mayo del 2010.

Comercio internacional. La Balanza Comercial muestra que los siete meses con mayor superávit comercial en registro ocurrieron en 2020, siendo el mayor en diciembre con 6,262 mdd. Con esto, el total del saldo del comercio ascendió a 34,476 mdd, convirtiéndose en el mayor desde que inicia la serie (1991). Lo anterior no es un resultado positivo, pues refleja que el ritmo de recuperación de la demanda interna ha sido lento relativo a la externa. Prueba de ello es la caída del PIB estadounidense del 2020 de 3.5%, siendo dos veces menor que la contracción de la economía mexicana gracias a los amplios estímulos fiscales y monetarios que fueron implementados para reactivar la economía. Cabe recordar que Estados Unidos es destino del 80% de las exportaciones mexicanas.

Las exportaciones totales fueron de los primeros indicadores en resentir el impacto de la pandemia en febrero, registrando una variación anual negativa de 0.8% como consecuencia de las interrupciones en las cadenas de 20% suministro ante el cierre de fábricas chinas. A medida que

se propagaba el virus y los países implementaban medidas
de confinamiento en marzo, el comercio se empezó 0% deteriorar. Fue hasta mayo que las exportaciones tocaron fondo con una caída anual de 54.3%, arrastradas por las exportaciones petroleras (-63.1%) y las manufactureras -20% (56.2%), iniciando en junio su recuperación (ver La -30% favorable dinámica de las exportaciones tras la reapertura se debió a la acelerada recuperación del sector -40% manufacturero, ya que después de registrar una severa
caída en mayo, para octubre ya se ubicaba en terreno positivo, cerrando el año con un crecimiento anual de 7.37%, el mayor desde mayo del 2019. Asimismo, las exportaciones rebasaron por primera vez en diciembre los
40 mil mdd de dólares en diciembre al alcanzar un nivel de 40,282 mdd. Con esto, las exportaciones totales mostraron
una caída anual de 9.34% durante el 2020 con respecto al
2019, por debajo del 21.2% observado durante el 2009.

Importaciones Exportaciones Exp. Manufactura

La fortaleza de las exportaciones se concentró en las exportaciones manufactureras, las cuales registraron una recuperación en forma de “V”, pues para octubre ya mostraban un sólido crecimiento anual, alcanzando en diciembre un incremento de 8.8%. Sin embargo, el comercio perdido durante el confinamiento de la primavera ocasionó que las exportaciones manufactureras registraran un retroceso de 8.9% anual en 2020. Cabe agregar que, la exportación manufacturera representó el 90% del total de las exportaciones en el 2020, evidenciando el rol fundamental de este sector en la recuperación de la economía mexicana.

Por su parte, el sector agropecuario se vio beneficiado por su naturaleza esencial y por choques de oferta internacionales durante la segunda mitad del año, lo que las llevó a registrar un incremento en sus exportaciones de 4.7% anual en el 2020. Mientras tanto, las exportaciones extractivas registraron un incremento anual de 19.7% en el año, luego de que los precios de referencia internacionales de metales preciosos como el oro se incrementaran a lo largo del 2020.

Pese al panorama retador para la economía global a inicios del 2021 debido al repunte de la pandemia, se observan algunas señales positivas para el comercio, destacando: 1) la resiliencia que ha mostrado el sector manufacturero estadounidense, pues el PMI preliminar de enero aumentó de 59.1 puntos desde los 57.1 puntos registrados en diciembre; y 2) un nuevo plan de estímulos fiscales en Estados Unidos que contempla inyectar 1.9 billones de dólares.

Sector público. De enero al cierre de noviembre 2020, el gasto neto pagado del sector público federal fue de 5 billones 149.9 mil millones de pesos. En términos reales, esta cifra es 1.6% inferior a la del mismo periodo del año pasado y presenta un subejercicio de 6.4% respecto a lo contemplado en el presupuesto para el periodo enero-noviembre 2020, equivalente a 352.9 mil millones de pesos. Del gasto total, 3 billones 798.8 mil mdp corresponden a gasto programable, sobre el cual el gobierno tiene injerencia directa. Este gasto ha sido 1.7% inferior al del mismo periodo de 2019 y presenta un subejercicio 255.8 mil mdp (6.3%). El subejercicio del gasto público es provocado directamente por una disminución de magnitud similar en los ingresos presupuestarios, ya que los acumulados en enero-noviembre son 5.4% inferiores con respecto al año pasado y 5.7% menores a lo programado en la Ley de Ingresos. La caída en los ingresos tributarios es consecuencia directa de la crisis económica que ha mermado los ingresos de los hogares y las empresas. Asimismo, la menor demanda global tuvo un impacto significativo en el mercado de energéticos, lo cual provocó una fuerte caída de 42.5% en los ingresos petroleros. Ante la renuencia del gobierno a emitir deuda para financiar una política fiscal que contrarreste el impacto de la crisis, el gasto público se contrajo junto con el resto de la economía y la recuperación ha sido relativamente lenta a comparación de la de otras economías. Además, el gobierno aprovechó la situación económica para reforzar su política de austeridad, que consistió principalmente en recortes de gasto corriente, dejando intactos los proyectos clave como la construcción del Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles en Santa Lucía, la refinería en Dos Bocas y los programas sociales.

La reducción en los ingresos presupuestarios fue amortiguada por la eliminación de fideicomisos públicos y por otras fuentes de ingresos que llevaron a un excedente de 302.8 mil mdp (sobre un programa de 150.6 mil mdp) en los ingresos no tributarios. El uso de estos recursos no recurrentes presentará un reto para las finanzas públicas durante 2021, pues prácticamente se agotaron los recursos que el gobierno tenía previstos para afrontar crisis económicas, tales como el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP), además de que estos recursos no hayan sido utilizados para apoyar a las empresas y los hogares y con poco aumento en gasto destinado a salud (ver Fig. 8). Con apoyos extraordinarios menores a 1% del PIB, México es de los países que menos recursos ha destinado para combatir la crisis económica de la pandemia. Para el 2021, el aumento en presupuesto destinado al sector salud es de tan solo 1.5% real respecto a lo aprobado en 2019 para ejercerse en 2020, cuando aún no se tenía conocimiento del coronavirus. Las finanzas de las entidades federativas también se verán afectadas por

aquellas personas que no buscan trabajo, pero aceptarían uno si se los ofrecieran). Esta tasa alcanzó un pico de 33.8% en abril y cerró el año en 17.9%. En términos absolutos, el desempleo extendido asciende a 11.5 millones de mexicanos que se encuentran disponibles para trabajar, pero no cuentan con empleo. Si bien se ha reducido casi a la mitad, aún permanece elevada, pues en diciembre del 2019 y en marzo del 2020 la tasa se encontraba en 12.0%.

En cuanto al impacto de la pandemia por sectores, es decir la pérdida de empleos desde marzo hasta diciembre del 2020, los más afectados fueron los relacionados con el sector terciario, liderando las pérdidas de empleo los restaurantes y servicios de alojamiento (-735 mil), seguido de servicios diversos (-630 mil) y los servicios profesionales (-566 mil) (ver Fig. 9). En cambio, el único sector que registró un aumento en la población ocupada fue la agricultura (+404 mil). La agricultura se ha beneficiado de una reducción de 6.1% real en los recursos libres (participaciones) que reciben, debido a una menor recaudación esperada para el año.

El sector público ha jugado un rol importante en el deterioro macroeconómico del país, pues la política económica de la administración actual no ha sido bien recibida por el sector privado y ha generado incertidumbre respecto al clima de los negocios. Durante 2020, acciones como la cancelación de la construcción de la planta cervecera de Constellation Brands, cambios sustanciales al marco regulatorio del sector energético y una campaña en contra de la autonomía del Banco de México y algunos órganos reguladores en materia de competencia económica, han puesto en duda la confianza y la estabilidad institucional del país. Lo anterior, aunado a continuación de la pandemia, presenta un freno para la inversión privada en México y hace más lenta la recuperación económica.

La evolución de las finanzas públicas es de vital importancia para la calificación crediticia del Gobierno Federal, la cual ya se encuentra en el nivel más bajo dentro del grado de inversión en las tres calificadoras más grandes y en dos de ellas con una perspectiva negativa. Con el deterioro general de la economía y el agotamiento de recursos en fideicomisos, se espera que durante el 2021 el bono soberano de México mantenga el grado de inversión, dado que aún se encuentra a un escalón de entrar a grado especulativo según la escala de Fitch Ratings y a 2 y 3 escalones bajo las escalas de S&P Global y Moody’s, respectivamente. Por otro lado, se espera que el consenso sobre la calificación crediticia de Pemex se mantenga en grado especulativo. El fuerte respaldo del gobierno federal a Pemex representa un riesgo para la calificación crediticia de México, junto con la lenta recuperación económica que limitará los ingresos tributarios y la incertidumbre generada por la posibilidad de cambios institucionales tales como la posible desaparición de algunos organismos autónomos.

Mercado laboral

En el 2020 la población ocupada se redujo en 3.25 millones de personas, siendo la mayor pérdida en registro. Durante el confinamiento, en abril salieron del mercado laboral 12.5 millones de personas, de las cuales 9.5 millones han regresado. No obstante, la mayor parte de los empleos recuperados tras la reapertura fueron: 1) con un salario más bajo, 2) en subocupación o 3) en la informalidad, lo cual afecta los ingresos y expectativas de las familias mexicanas.

La tasa de desocupación cerró el año en 3.8%, luego de alcanzar un pico de 5.5% en junio y julio, siendo inclusive más baja que la alcanzada durante la Crisis Financiera del 2009 de 6.42% (septiembre). Sin embargo, debido a la naturaleza de la crisis donde la población se encuentra desalentada en salir a buscar trabajo se crean distorsiones en el mercado laboral, por lo que esta tasa no refleja la magnitud de la crisis del empleo. Es por ello, que suele utilizarse la tasa de desempleo extendido, la cual incluye a la Población No Económicamente Activa (PNEA) disponible (que son

su naturaleza esencial, además de los choques de oferta internacionales en algunos productos agropecuarios durante el tercer trimestre.

La población subocupada (aquellas personas con disponibilidad y disposición de ofrecer horas de trabajo adicionales) cerró el año con un total de 7.5 millones de personas. Con esto, la tasa de subocupación permaneció elevada en 14.2%, pues en diciembre del 2019 se situó en 7.01% y en marzo se ubicaba en 9.1%. Las restricciones en la capacidad de atención de diversos giros de negocio han ocasionado que la subocupación se mantenga alta.

A final del 2020, la tasa de informalidad se situó en 55.8%, por debajo del 56.1% observado en diciembre del 2019. Con la implementación del confinamiento, el empleo informal fue de los más afectados, ocasionando que la tasa se redujera en abril a 47.7% (Vs. 55.7% en marzo). Sin embargo, con la reapertura se observó una recuperación acelerada en los trabajos informales, la cual se vio interrumpida en diciembre ante la implementación de nuevas restricciones sanitarias, evidenciando su sensibilidad respecto a la trayectoria de la pandemia.

Por su parte, los asegurados del IMSS registraron un retroceso de 647,710 plazas en el 2020, siendo la mayor destrucción en registro. Esta cifra equivalió a una reducción
de 3.17% en el total de asegurados. Para efectos de comparación en recesiones previas, en el 2001 se destruyeron 266,815 empleos (-2.15% del total de asegurados), en el 2009 el total de asegurados se redujo
en 171,713 plazas (-1.21% del total). A nivel estatal, 29 estados registraron una disminución en el número de asegurados, con Quintana Roo liderando las perdidas con 98,171 plazas (-21.1% anual), equivalente al 15.0% de la pérdida total de asegurados en el país, pues gran parte de -2% su actividad económica se enfoca en los servicios turísticos. Asimismo, resalta la disminución en el total de asegurados

de la Ciudad de México con 223,377 plazas (-6.44% anual),
concentrando el 34.1% del total de la pérdida de empleos -6%
a nivel nacional. Con esto, la CDMX y Quintana Roo
representan gran parte de la pérdida del empleo, pues entre
ambos estados representan el 49.1% del total de la
disminución de asegurados en el país. La pérdida de
empleos llevó a la primera disminución en la masa salarial
real (asegurados por salario de cotización promedio real) desde la Gran Recesión, aunque en esta ocasión el salario real promedio no disminuyó (ver Fig. 10), dado que la mayoría de los empleos formales perdidos fueron los de nivel de ingreso más bajo.

Inflación y política monetaria

Con la llegada del confinamiento la composición de precios comenzó a distorsionarse debido a choques tanto de oferta como de demanda. Lo anterior, ocasionó que la inflación se ubicará en 2.2% en abril, siendo el segundo nivel más bajo en registro (1969). Esto, como reflejo de la primera deflación por parte del componente no subyacente (-2.0% interanual), arrastrada por el retroceso anual en el precio de la gasolina de 23.8% en bajo octanaje y 22.3% en alto octanaje, debido al desplome en el precio del petróleo. Cabe destacar que las caídas en los precios de los servicios y mercancías no alimenticias contribuyeron a una inflación baja, mientras que las mercancías alimenticias, por el contrario, empujaron al alza la inflación, en respuesta a la recomposición del gasto de los consumidores.

Salario real

Tras la reapertura en junio, la inflación se vio presionado
por el repunte en el precio de los energéticos, impulsados
por la normalización del precio de las gasolinas y al 16% aumento en el precio de las mercancías no alimenticias, 14% derivado de su sensibilidad a depreciaciones cambiarias y 12% el choque de oferta ocasionado por las limitaciones en la producción. De agosto a octubre, la inflación se ubicó por 10% arriba del intervalo de variación de la meta del Banco de México (3% +/- 1%), alcanzando en octubre el pico de
4.1% interanual (ver Fig. 11). Durante esos meses la inflación se vio también presionada por factores estacionales, como el aumento en el precio de los servicios educativos (+1.2% mensual en septiembre que fue menor relativo a años previos) y la finalización de las tarifas eléctricas de verano (+18.7% mensual en octubre).

Durante los dos últimos meses del año, la inflación se desaceleró. En noviembre, gran parte de la disminución estuvo explicada por la caída en los precios de las mercancías no alimenticias (-0.8% mensual) por los descuentos del “Buen Fin”.

Fuente: INEGI

La inflación cerró el año ubicándose en una tasa interanual de 3.15%, abriendo espacio a nuevos recortes a la tasa de interés.

Cabe agregar que, los precios de los servicios se vieron deprimidos gran parte del año, cerrando el año con una inflación de 2.0%, muy por debajo del 3.6% de diciembre del 2019.

Para la 1ra quincena de enero, la inflación repuntó ligeramente al situarse a una tasa interanual de 3.3% (Vs. +3.1% 2da quincena de diciembre), presionado por el componente no subyacente. Al interior de éste, las mayores alzas se registraron en el precio de los energéticos (+2.9% quincenal). Por su parte el componente subyacente se mantuvo estable, con un incremento del 3.8% interanual, situándose ligeramente por arriba de su promedio de los dos últimos años de 3.7%.

Para este año, Grupo Financiero Base estima que la inflación se ubicará en todos los meses debajo de 4%, exceptuando abril debido a una base de comparación baja, cerrando el año en alrededor de 3.7%. En el 2021 los principales determinantes de la inflación se estiman serán: 1) la amplia holgura económica, 2) la recuperación en el precio del petróleo y 3) distorsiones en precios ocasionados por la pandemia durante la primera mitad del año (e.g. una demanda deprimida en el componente de servicios).

Asimismo, existe el riesgo de que las alzas en los precios internacionales del maíz y del trigo se prolonguen, ocasionando efectos directos e indirectos sobre la inflación. Por otro lado, se esperaría que el aumento al salario mínimo del 15% tenga un efecto limitado en el traspaso de los precios finales debido al exceso de oferta que se observa en el mercado laboral, la holgura económica y a que es menor relativo a los dos años previos.

En cuanto a la política monetaria, en el 2020 el Banco de México aceleró el ciclo de relajamiento ante el reto que representaba para la economía la llegada de la pandemia, inclusive realizando dos ajustes fuera del calendario (marzo y abril). En noviembre, Banxico decidió pausar los recortes a la tasa, luego de que la inflación se ubicará por arriba del 4% de agosto a octubre. Los datos más recientes de inflación apuntan que Banxico podría reanudar el ciclo de bajas en la próxima reunión del 11 de febrero, con una reducción de 25 puntos base para ubicarse en 4.0%. La reunión contará con la participación de la nueva subgobernadora, Galia Borja, la cual se espera que muestre una postura menos restrictiva a la de su antecesor Javier Guzman. Asimismo, se anticipan dos reducciones adicionales a la tasa a lo largo del año, para cerrar el 2021 en un nivel del 3.5%.

Valores gubernamentales

De acuerdo a datos del Banco de México, la salida de capitales de valores gubernamentales de México en el 2020 es la más grande en registro, siendo al 23 de diciembre de 250,217.51 millones de pesos (mdp) u 11.6% respecto al cierre del 2019. La segunda mayor salida en registro se dio en 1995, durante la crisis del Tequila con 83,507.22 millones de pesos, seguida del 2016 con 20,612.05 millones de pesos.

La mayor parte de la salida de capitales del 2020 se dio en el segundo trimestre donde salieron alrededor de 193 mil millones de pesos, en la parte más álgida de la crisis del coronavirus (ver Fig. 12).

Es importante mencionar que, en noviembre se registró la mayor entrada (por mucho) en el año de capitales, por 139,124 millones de pesos, coincidiendo con un movimiento entre PEMEX y la SHCP. Casi la totalidad del incremento del mes se dio el día 20, cuando se monetizó la deuda de PEMEX hacia Bonos de Desarrollo, obtenidos a través de una permuta con la Secretaría de Hacienda, para liquidar pasivos de corto plazo de la petrolera.

Tipo de cambio

Para el 2021 se espera una menor volatilidad del tipo de cambio, a pesar de que no se anticipa que sea un año tranquilo. En términos de la pandemia, es probable que continúe la distribución de las vacunas principalmente en economías avanzadas y aún y cuando no se tenga disponibilidad global, esto reduciría la aversión al riesgo de los inversionistas.

Con lo anterior se vislumbran tres escenarios posibles.

Escenario pesimista

• La Reserva Federal habla de subir la tasa de interés o retirar estímulos.
• La percepción de riesgo global y/o la percepción de riesgo relativa sobre México son elevadas. • Bajo este escenario podrían darse salidas de capitales a México.
• Tipo de cambio se ubicaría alrededor de 22.00-23.00 pesos.

Escenario medio

• Se mantiene la posición relativa de la política monetaria entre México y Estados Unidos. • Suben la percepción de riesgo global y/o la percepción de riesgo relativa sobre México. • Tipo de cambio se ubica alrededor de 20.50-21.50.

Escenario optimista

  • La Reserva Federal sigue con su política monetaria acomodaticia, mientras que Banxico se mantiene cauteloso con los recortes.
  • Existe optimismo global que genera un mayor apetito por riesgo.
  • Tipo de cambio se ubica alrededor de 18.50 a 19.50 pesos. Ante los escenarios es importante recordar que el peso mexicano es la divisa más líquida de Latinoamérica y por lo tanto es muy sensible a lo que sucede en el exterior y va cambiando a través del tiempo los factores que lo determinan.

Riesgos. A pesar de que se espera que el 2021 sea un año con menor volatilidad, existen riesgos que podrían propiciar movimientos erráticos del tipo de cambio.

Entre los riesgos destacan a nivel global: rebrotes del coronavirus, vacuna fallida o con efectos adversos significativos, disturbios, tensiones entre países y la guerra comercial entre EUA y China.

Entre los riesgos locales destaca la posibilidad de que suba la percepción de riesgo relativa sobre México por: recortes en la calificación de la deuda soberana, la política no ortodoxa del gobierno, mayor proteccionismo comercial por parte de EUA y problemas en otras economías emergentes que contagien el sentimiento hacia México.

Ante los escenarios es importante recordar que el peso mexicano es la divisa más líquida de Latinoamérica y por lo tanto es muy sensible a lo que sucede en el exterior y van cambiando a través del tiempo los factores que lo determinan.

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