El Senado absolvió el sábado a Donald Trump de incitar un ataque al Capitolio de Estados Unidos con resultados fatales, un fallo que puso fin a un histórico juicio político que evidenció la fragilidad de las tradiciones democráticas del país y dejó a una nación dividida en cuanto a la violencia desatada por su derrota en las elecciones presidenciales.
Poco más de un mes después de la fatídica irrupción del 6 de enero, el Senado convocó a una inusual sesión de fin de semana para emitir al veredicto en una votación llevada a cabo al tiempo que elementos de la Guardia Nacional mantenían una estrecha vigilancia en el exterior del icónico recinto.