El gobierno de Argentina endurecerá las restricciones pandémicas en y alrededor de la capital Buenos Aires para frenar un fuerte aumento en los casos de COVID-19, incluido el cierre de escuelas y la imposición de un toque de queda a partir de las 20:00 horas para limitar la actividad social.
El presidente Alberto Fernández, de 62 años, dado todo lo claro a principios del día siguiente de que se infectara con el virus, dijo que el país sudamericano necesitaba “ganar tiempo” en la lucha contra COVID-19 después de que los casos diarios alcanzaran un récord esta semana.
“El virus nos está atacando y está lejos de ceder”, dijo el líder de centroizquierda en un discurso televisado.