El primer ministro británico Boris Johnson fue desastrosamente lento en imponer un bloqueo en 2020 porque pensó que COVID-19 era una historia de miedo e incluso consideró inyectarse coronavirus en la televisión en vivo para mostrar que era benigno, dijo su ex asesor principal.

Johnson posteriormente contrajo COVID-19 al principio de la pandemia y estaba tan enfermo que fue trasladado a cuidados intensivos en un hospital de Londres donde recibió litros de oxígeno. Más tarde dijo que se habían preparado planes para anunciar su muerte.

En un ataque abrasador contra el estado británico, Dominic Cummings dijo a los legisladores que el gobierno no estaba preparado para la peor crisis de salud pública en décadas y que los ministros, incluido el primer ministro, estaban de vacaciones en febrero de 2020, algunos esquiando.