La inflación de la zona del euro aumentó a un máximo de 10 años en agosto con nuevos aumentos probables, desafiando la visión benigna del Banco Central Europeo sobre el crecimiento de los precios y su compromiso de mirar más allá de lo que considera un aumento temporal.

La inflación de los consumidores en los 19 países que comparten la moneda única se aceleró al 3% este mes desde el 2.2% en julio, muy por encima de las expectativas del 2.7% y muy lejos del objetivo del 2% del BCE.

El aumento fue impulsado por los costos de la energía, pero los precios de los alimentos también aumentaron, mientras que también hubo aumentos inusualmente grandes en los precios de los bienes industriales, según Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE.