“Nada es más peligroso que una cosmovisión dogmática, nada más restrictivo, más cegador para la innovación, más destructivo de la apertura a la novedad”. Stephen Jay Gould.

27 de abril de 2022.

En la actualidad, la innovación es uno de los motores más importantes, no sólo de crecimiento económico, sino de la creación de soluciones a nuevos problemas que enfrentan las sociedades o de nuevas soluciones a problemas ya existentes.

Existe la presunción de que la innovación detona cambios en la estructura del empleo y, al ser casi siempre equipada con automatización, genera temor por la potencial pérdida de empleos y la consecuente degradación del bienestar financiero de amplios sectores de la población; aquellos cuyas industrias o sectores de actividad en las que laboran, son afectadas por estos procesos.

Pero, si consideramos por lo menos el último siglo de innovaciones y analizamos simultáneamente la tendencia del desempleo, a nivel global es evidente que la innovación no genera forzosamente desempleo agregado, lo que se observa con la regularidad de los niveles de desempleo de las economías, cuyas variaciones están más relacionadas con otros ciclos económicos (por ejemplo, la inflación). Usualmente cambia la naturaleza del trabajo en donde se presenta la innovación, pero esta simultáneamente, crea nuevos empleos. Lo anterior depende, tanto de las características del empleo general de la economía, como de los niveles de regulación, de las condiciones de formalidad y de los niveles de salario existentes. 

Por ejemplo, el servicio de lo postal de los Estados Unidos tenía para 1999 cerca de 900 mil empleados. En el 2020 esa cifra bajo a 460 mil, como consecuencia de la disminución del uso de ese servicio para el envío de cartas. Muchos de los desempleados tuvieron que buscar trabajo en otros sectores de servicio o industrias. Pero en el 2021, el número de empleados creció a 516 mil. El crecimiento del comercio electrónico provocó este crecimiento dado que cerca de la mitad de las 500 empresas más importantes por ventas totales en el 2020 en EUA, reportaron que utilizan preponderantemente el servicio postal como medio de entrega.

En otros casos, la innovación provoca completamente la desaparición de algunos tipos de empleos, pero aparecen nuevos en otros sectores, tal es el caso de la creciente utilización de empleos en todas las cadenas logísticas relacionadas precisamente con el comercio electrónico. Estos cambios hacen indispensable una clara acción mediante políticas públicas o iniciativas privadas, para que las personas que pierden el empleo adquieran las capacidades y habilidades necesarias para volverse a emplear en otros sectores existentes pero dinámicos o nuevos sectores en expansión, y que estos empleos no sólo generen nuevas oportunidades laborales, sino que además estas se den en condiciones adecuadas de seguridad e ingreso.

El economista Joseph Schumpeter se refería a los procesos de destructivos derivados de la innovación, que son en gran medida motor de la evolución económica, como “el viento perenne de destrucción creadora”. 

En el entorno y condiciones actuales y perspectivas de evolución de la economía mundial y considerando las condiciones actuales y necesidades de la economía mexicana, es fundamental contar con leyes y políticas públicas que favorezcan los procesos de innovación desde los centros educativos y en las empresas,  con la participación articulada y constante de los sectores público y privado, para que contribuyan a la generación de nuevos modelos de crecimiento económico que, con políticas públicas adecuadas, contribuyan también a la mejora de los salarios y la disminución de la desigualdad.

Apostarle a estructuras productivas en desuso o cuya tendencia irremediablemente será a la contracción, no sólo profundizará la debilidad del crecimiento sino también acentuará las estructuras de inequidad que hoy impiden, tanto un crecimiento sustentable, como el bienestar financiero de la mayoría de los hogares.

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo de Mexicana de Becas.  [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares