La Reserva Federal dijo que no se estremecería en su batalla contra la ruptura más intensa de la inflación en los Estados Unidos desde la década de 1980, incluso si eso significa un “período sostenido” de debilidad económica y una desaceleración del mercado laboral.

Al explicar la lógica detrás de los aumentos de las tasas de interés más estrictos en aproximadamente cuatro décadas, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, estaba salpicado de preguntas sobre si la economía de los Estados Unidos estaba en o en la cúspide de una recesión, una noción que rechazó porque las empresas estadounidenses continúan contratando a más de 350.000 trabajadores

“No creo que Estados Unidos esté actualmente en recesión”, dijo a los periodistas después del final de la última reunión de políticas del banco central de los Estados Unidos, citando una tasa de desempleo que todavía se acerca a un crecimiento salarial bajo y sólido de medio siglo y ganancias de empleo. “No tiene sentido que Estados Unidos esté en recesión”.