La actividad manufacturera de Estados Unidos se desaceleró menos de lo esperado en julio y hubo señales de que las restricciones de la oferta se están aliviando, con un indicador de los precios pagados por los insumos por las fábricas cayendo a un mínimo de dos años, lo que sugiere que la inflación probablemente haya alcanzado su punto máximo.

El Instituto para la Gestión de Suministros (ISM) dijo el lunes que su índice de actividad de las fábricas nacionales cayó a 52.8 el mes pasado, la lectura más baja desde junio de 2020, cuando el sector estaba saliendo de una recesión inducida por COVID-19. El índice ISM PMI estaba en 53,0 en junio. Una lectura por encima de 50 indica una expansión de la industria manufacturera, que representa el 11,9 % de la economía de los Estados Unidos. Los economistas encuestados habían pronosticado que el índice cayera a 52,0.

El enfriamiento refleja un cambio en el gasto de vuelta a los servicios de bienes y el aumento de las tasas de interés a medida que la Reserva Federal aborda una inflación obstinadamente alta.