Los chilenos votaron para aprobar o rechazar una nueva constitución progresista que reemplazaría su actual texto favorable al mercado que se remonta a la dictadura de Augusto Pinochet.
El nuevo texto es el resultado de un acuerdo alcanzado para sofocar las protestas violentas contra la desigualdad en 2019 y se centra en los derechos sociales, el medio ambiente, la igualdad de género y los derechos indígenas.
Mientras que casi el 80 % de los chilenos votaron a favor de redactar una nueva constitución a finales de 2020, las encuestas muestran que el apoyo público al nuevo texto ha disminuido en medio del temor a ciertas propuestas y controversias en torno a los constituyentes elegidos para redactarlo.