Un curador del Instituto Smithsonian se puso en contacto con Chloé Bensahel para hablar sobre algunos objetos que se habían fabricado para misiones espaciales. Estos se trataban de trabajos textiles, los cuales consistían en prendas que habían sido tejidas a mano en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), institución de la cual es parte Bensahel.
“Eran tejidos de hilo conductor con piezas magnéticas”, dice Bensahel, quien contó que “después de la Segunda Guerra Mundial, había computadoras realmente poderosas, pero no había forma de almacenar datos, por lo que los científicos del MIT y Harvard idearon esta memoria de núcleo magnético. Creo que fue el último momento en la historia de la informática en el que la información era visible: en realidad se puede ver el código gracias a los pequeños imanes que estaban encendidos o apagados”.
Bensahel afirma que estos textiles “son el resultado de dos historias coincidentes en Nueva Inglaterra: la industria textil en declive y la creciente investigación espacial. Cuenta la leyenda que las mujeres que estaban siendo despedidas de las industrias textiles fueron contratadas por el MIT para fabricar estos objetos. Estaban tejiendo aquí en el campus”.
De esta forma, luego de apreciar estas telas se puso en contacto con Zach Lieberman, profesor asociado adjunto que dirige el grupo Future Sketches en el MIT Media Lab para solicitar una subvención del Centro de Arte, Ciencia y Tecnología (CAST) del MIT para traerla al campus como artista visitante. Ambos se encuentran trabajando en el MIT y la residencia de Bensahel en Villa Albertine (una institución artística lanzada por la Embajada de Francia en los Estados Unidos).
Bensahel, que se caracteriza por su interés por la interacción de lo físico con lo inefable, se encuentra trabajando en el legado innovador del MIT en el tejido de la tecnología de la memoria, el cual complementa la investigación realizada por sus colaboradores del Instituto en Massachussets ya sean miembros del profesorado o asistentes de investigación. “Estoy trabajando en cómo puedo hacer un tejido que pueda magnetizarse, de la misma manera que la memoria del núcleo magnético era magnética. Me gustaría que se tensara o se moviera de diferentes maneras, para que esencialmente tengas un tejido que pueda ensamblarse de diferentes maneras”, dice Bensahel.
Lieberman dijo al respecto: “aquí estamos principalmente orientados al software”. Además, aseguró: “estamos trabajando en el ámbito de los bits y con el lenguaje. El trabajo de Chloe también está íntimamente relacionado con el lenguaje, pero lo aborda desde una perspectiva de los materiales y trata de descubrir cómo tejerlos de diferentes maneras y conectarlos con la electrónica y los sensores”. Sobre el proyecto, Zach Lieberman mencionó que “el trabajo de Chloe se trata en gran medida de escuchar materiales y encontrar formas de escuchar cómo hablan, escuchar los sonidos que hacen”.