El nuevo ministro de finanzas, Jeremy Hunt, deseó el plan económico de la primera ministra Liz Truss y redujo su vasto subsidio energético el lunes, lanzando uno de los mayores giros de política fiscal en la historia británica para detener una dramática pérdida de confianza de los inversores.

Acusado de detener una derrota del mercado de bonos provocada por el anuncio del gobierno el 23 de septiembre de enormes recortes de impuestos no financiados, Hunt ha revertido todas las políticas que ayudaron a Truss a convertirse en líder del Partido Conservador y primer ministro hace menos de seis semanas.

Su portavoz negó que Hunt estuviera dirigiendo el país después de que su nueva estrategia de también recortar el gasto aumentara la libra contra el dólar y ayudara a que los precios de los bonos del gobierno comenzaran a recuperarse de un golpe de tres semanas.

“Una responsabilidad central de cualquier gobierno es hacer lo necesario para la estabilidad económica”, dijo Hunt en una declaración televisada, y agregó que “reversaría casi todas las medidas fiscales anunciadas en el Plan de Crecimiento hace tres semanas”.