El presidente Vladimir Putin incorporó formalmente cuatro regiones ucranianas parcialmente ocupadas en Rusia, una medida que Kiev condenada como una toma de tierras sin sentido soñada por “un manicomio colectivo”.
Adelantando a la mayor anexión de Europa desde la Segunda Guerra Mundial, Putin firmó una ley que anexa hasta el 18 % de Ucrania, algunas de las cuales las fuerzas de Moscú no controlan.
Incluyendo Crimea, que Rusia anexionó en 2014, Moscú está reclamando casi una cuarta parte de Ucrania, aunque aún no ha explicado dónde se ubicarán todas las fronteras y sus propias tropas se han visto obligadas a retirarse en dos frentes.