Análisis sobre la venta de 13 plantas de Iberdrola en México

Iberdrola anunció la adquisición por parte de un FONDO PRIVADO de 13 plantas de generación de energía eléctrica (12 de ciclos combinados y 1 parque eólico) por un monto de 6 mil millones de dólares (mdd).

El fondo de capital privado con el que se pactó la transacción de compra-venta es MIP Mexican Infraestrucutre Partners. MIP es un fondo de inversión conjunto entre Pattern Energy Group (Canadá) EXI Renewables (México) NAFIN (México). Las plantas tienen diferentes años de antigüedad, algunas son relativamente nuevas y otras necesitarán de nuevas inversiones para su mantenimiento y operación.

La compra en un inicio se realizará con recursos del Fideicomiso Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN) y las plantas serán operadas por la CFE, pero NO serán propiedad de las mismas. Esta operación se da en un complicado contexto para Iberdrola dada la modificación en materia de política energética de la actual administración. A causa de esto, la relación entre el Gobierno Federal e Iberdrola ha sido complicada afectado las operaciones de la española en el país, complicando la relación de negocios en medio de una serie de amparos y laudos.


Debido a lo anterior, la transacción parece responder a una oportuna desinversión en México por parte de Iberdrola, aprovechando los objetivos energéticos de la administración y motivada por la falta de claridad en la regulación; planteando un giro de 180 grados en su estrategia. Iberdrola operaba en México desde los años 90, que hasta hace pocos años (2018) incluía incrementar la capacidad instalada en México con nuevas inversiones que fueron desechadas.


La operación anunciada implica una significativa reducción de Iberdrola en el mercado mexicano, la cual hasta el momento incluye una capacidad instalada de más de 11 GW a través de 17 centrales de ciclo combinado y cogeneraciones, 693 MW en siete parques eólicos y 470 MW en tres parques fotovoltaicos, haciéndola la segunda mayor empresa generadora de energía en el país. La venta de las plantas representa el 87% del total de las inversiones realizadas por la empresa española en México.

La operación está alineada a la estrategia de Iberdrola del programa de rotación de activos, donde reitera su compromiso de neutralidad de carbono y cero emisiones, y nuevas inversiones de energías renovables alrededor del mundo. La compra de estas plantas se enmarca en la política energética de la actual administración, que busca fortalecer el sector energético del país y reducir la dependencia de empresas extranjeras en el suministro de energía eléctrica.

Esta política se ha visto reflejada en la cancelación de licitaciones y negativas a renovación de contratos a particulares, a favor de fortalecer la participación en el mercado de las paraestatales. En línea con esto, la adquisición de las plantas representa una incremento de 8,500 MW para el Estado, con lo cual su participación en la generación eléctrica del país alcanzaría el 55% (CFE), desde un nivel actual del 39%.

Las plantas incluidas en el acuerdo son de ciclos combinados de gas, que operan bajo el régimen de Productores Independientes de Energía contratados con la CFE. Es importante señalar que al sistema no se añade capacidad adicional, es un simple intercambio de manos entre privados, siendo que la operación se cederá a la CFE. Ello fortalece la narrativa de la presente administración con respecto a su postura en materia energética.


El comunicado señala que “la operación está sujeta al acuerdo y a la firma de los contratos definitivos por las partes”, así como las aprobaciones regulatorias correspondientes. La operación no implica de ninguna forma una mayor generación de energía en nuestro país en relación a la observada actualmente; por lo cual, los retos en materia energética para México se mantienen sin cambios, en medio de una creciente demanda de energía ante el proceso de relocalización de las cadenas productivas.


Como la transacción es entre PRIVADOS (Iberdrola- MIP) siendo MIP un fondo de capital privado, sin acceso a sus números en términos de capitalización, no existe información sobre los montos que habrán de poner cada uno de los integrantes de MIP para liquidar la operación de compra. Sin embargo, los recursos provenientes del FONADIN suponen una presión adicional en finanzas públicas, al tener que ser reconocidos como pasivos contingentes.

Cortesía InterCam

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