Fibra de lino busca revolucionar la producción en la industria automotriz

El sector de transporte es considerado como uno de los más contaminantes al ser responsable del 20 por ciento de las emisiones de CO2 a nivel global. Esta estadística ha llevado a diversas startups a reconsiderar la manera en que se alimenta el motor y los materiales usados para fabricar un automóvil.

LIUX, una empresa emergente, ha decidido alejarse de los materiales tradicionales como el acero y plásticos para adoptar alternativas con un menor impacto en el medio ambiente. Específicamente, centra su atención en la fibra de lino, buscando reducir la huella de carbono en el ciclo de vida de sus coches.

Durante milenios se ha utilizado dicho material en composites, demostrando ser una opción alternativa en términos de resistencia, seguridad y durabilidad. Por medio de la fibra de lino se reduce el peso y CO2 con costos competitivos.

Según un análisis comparativo de la huella de CO2 en la producción de la carrocería del modelo LIUX GEKO, reveló que el aluminio emitirá 250 kg en la producción del chasis de uno de sus coches con la fibra de lino. Mientras que si se realiza a partir de aluminio se emitirían 4500 kg de CO2.

Con esta revelación, la startup desarrollará un composite basado en fibra de lino y resinas reciclables, con lo cual se reemplazarán las tradicionales chapas de metal en la construcción de vehículos. El cultivo de lino es notablemente bajo en consumo de agua y nutrientes, pues en su proceso de crecimiento llega a captar CO2 de la propia atmósfera.

Al implementar la fibra de lino como material estructural clave en la producción de vehículos, significa un paso tecnológico importante, pero también un compromiso tangible con el medio ambiente. De esa manera, la startup se suma a la lista de compañías de la industria automotriz que suman un enfoque sostenible a su cadena de producción.

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