Esta semana estaremos atentos a la evolución de la inflación en México durante la primera quincena de enero de 2024. Este indicador es crucial, no solo por sus repercusiones en la política monetaria, sino también debido a su impacto adverso en los hogares más vulnerables, especialmente en los índices de alimentos.

Primero, la respuesta oportuna del Banco de México que incrementó en 15 ocasiones la tasa de interés de referencia desde junio de 2021 ha mostrado resultados positivos, con una tendencia a la baja en el componente de la inflación subyacente. ¡No te pierdas el micrositio MCV de inflación para conocer las diferencias del componente subyacente y no subyacente!

Estas acciones del Banco de México han sido clave para anclar las expectativas de inflación a mediano plazo y, con ello, preservar el poder adquisitivo del peso mexicano en un entorno global altamente volátil. Esto permite que los agentes económicos puedan planificar y tomar decisiones informadas en cuanto a consumo, ahorro e inversión.

Segundo, los índices de alimentos continúan por encima de la inflación general. En diciembre presentaron una variación anual de 5.9%, mientras que la inflación fue de 4.66% y, a pesar de que han sido superiores en los últimos 4 años, observamos un repunte en estos al final de año con implicaciones negativas a los hogares más vulnerables de México.

Es particularmente relevante en el caso de los precios agropecuarios, donde una revisión detallada del funcionamiento de estos mercados, incluyendo aspectos como los costos de transporte, resultaría muy oportuna.

Cortesía México, ¿cómo vamos?