Banxico sube tasa para frenar alzas; inflación no bajará de 4%, reconoce

En su anuncio de Política Monetaria, el banco central señaló ayer que en 2017 realizará los ajustes de política monetaria “que se requieran” para lograr que la inflación regrese al 3%, lo cual podría ocurrir hasta 2018, porque para el presente año calcula que el indicador no será menor a 4 por ciento.

El anuncio del Banxico confirma la tasa de 6.25% que proyectaron los analistas financieros consultados y que este diario adelantó ayer.

En su reporte, el instituto central reconoce que se han deteriorado los balances de riesgos para la inflación y el crecimiento económico.

Explicó que la tendencia al alza que presentó la inflación a finales de 2016 impactó en enero de 2017, llegando a 4.72% por efecto de los ajustes en los precios de los energéticos, principalmente en los de las gasolinas.

Expertos consultados sobre el actual ajuste en la política monetaria consideran que la tasa de interés de 6.25% podrá incentivar que las personas ahorren en activos financieros como bonos. Sin embargo,  al ahorrar, las personas posponen el consumo y la inversión, lo que frena la demanda agregada.

La Junta de Gobierno del Banco de México decidió aumentar su tasa de interés de referencia en 0.50 puntos porcentuales, para llevarla a 6.25 por ciento.

En su anuncio de Política Monetaria el Banxico previó que la inflación ya no bajará en 2017 de cuatro por ciento, límite superior del intervalo de su meta, pero confió en que durante los últimos meses de este año retome una tendencia convergente hacia la meta y se sitúe cerca de tres por ciento al cierre de 2018.

Advirtió que en 2017 realizará los ajustes de política monetaria “que se requieran” para lograr la convergencia al tres por ciento.

Banxico admitió que los balances de riesgos para la inflación y el crecimiento se han deteriorado. Advirtió que el principal riesgo de precios estriba en que se eleven aún más las expectativas de inflación.

El banco central subrayó que la tendencia al alza que presentó la inflación a finales de 2016 se vio exacerbada en enero de 2017, llegando a 4.72 por ciento, por efecto de los ajustes en los precios de algunos energéticos, principalmente los de las gasolinas, sin embargo dio un espaldarazo a la medida al expresar que ayudará al fortalecimiento macroeconómico y enfatizó que los subsidios al combustible ya no eran sostenibles.

El comunicado destaca que el entorno de incertidumbre que continúa enfrentando la economía nacional hace relevante que las autoridades fortalezcan el marco macro, refiriéndose a las finanzas públicas y a la política monetaria.

Con el alza a 6.25 por ciento en la tasa del Banco de México y los incrementos subsecuentes en el año, sí se esperaría una afectación significativa en algunas variables económicas, ya que se podrían incentivar el ahorro y desincentivar el consumo, estimó James Salazar.

MiHeL

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.