Retos Fiscales de Trump en EUA y Posibles Afectaciones al Mercado Cambiario

En materia fiscal, la administración del presidente Trump se enfrenta a varias batallas clave en los próximos días y meses. En el muy corto plazo, el Congreso de Estados Unidos, el cual regresa hoy a sus actividades habituales después de las festividades de Semana Santa, tiene como fecha límite, el próximo sábado 29 de abril, para acordar entre Republicanos y Demócratas la liberalización de ciertos recursos públicos ya asignados. Estos recursos, son necesarios para el funcionamiento de oficinas gubernamentales.

Esta negociación bipartidista es común dentro del año fiscal, y hasta el momento parecen avanzar favorablemente. Sin embargo, las últimas declaraciones del presidente Donald Trump, presionando insistentemente a los Demócratas, sobre que incluyan en la legislación presupuestaria la construcción del muro fronterizo con México, podrían descarrilar los avances de los acuerdos mencionados y provocar un cierre de varias oficinas públicas la próxima semana. Todavía es probable que se alcance un acuerdo favorable para esta negociación, pero es posible que quizás agoten el límite de tiempo, lo que provocaría volatilidad en los mercados financieros. Necesitan 60 votos del Senado para su aprobación, por lo que requieren al menos convencer a 8 congresistas Demócratas ya que los Republicanos cuentan con 52.

Lo inédito sería llegar a la situación de cerrar oficinas públicas (con Obama cerraron oficinas 17 días en octubre de 2013) teniendo mayoría en las dos Cámaras. El segundo gran tema, es la negociación de ampliar el techo de la deuda. Este tópico fue muy recurrente bajo la administración del ex-presidente Obama, donde los Republicanos complicaban la negociación al querer vincularla en su momento al famoso Obamacare. Esta negociación podría iniciar en verano y seguramente se convertirá en una muy compleja. Todo parece indicar que existe margen de actuación para que el Tesoro pueda llegar hasta julio emitiendo deuda.

Sin embargo, tanto julio como agosto son meses de fuertes requerimientos financieros, por lo que la administración de Trump comenzará a priorizar los pagos. Por consiguiente, evitar un “default” dependerá mucho de la postura de los demócratas. Aquí la gran pregunta es si ellos estarán dispuestos a correr el riesgo de no permitir un acuerdo para ampliar el techo de la deuda y cuál partido político será declarado culpable de este fracaso por el electorado estadounidense. Para septiembre a más tardar se deberá saber si se amplía o no el nivel de endeudamiento disponible. Este tema será una gran batalla entre Trump y los demócratas. Durante el proceso puede haber momentos de fuerte volatilidad en los mercados cambiarios, en específico si crece la posibilidad de un default de EUA.

Por último, la administración de Trump tiene que aprobar un presupuesto antes del comienzo del siguiente año fiscal este próximo octubre. Lo más probable es que Trump primero busque que se apruebe una propuesta de Presupuesto sin grandes complicaciones, esto es, dejar fuera sus grandes planes de reforma tributaria (reducción de impuestos) y una vez ya aprobado un presupuesto, iniciar la discusión de su verdadera reforma fiscal. Aún así, separar los temas no implicará una negociación sencilla. Los planes de Trump considerarán ajustes significativos en el Departamento de Defensa, a cambio de fuertes reducciones en temas como medio ambiente y del departamento de Estado. Un plan así, difícilmente contará con apoyo de los demócratas, lo que sin duda retrasaría la negociación del tema que más les interesa a los mercados financieros, los planes de reducción de impuestos corporativos y un posible, aunque cada vez menos mencionado, impuesto a las transacciones de comercio exterior o llamado impuesto fronterizo. Dirección de Administración Integral de Riesgos y Análisis Económico

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