Una palabra que recientemente se ha puesto de moda es resiliencia, que no es otra cosa que la capacidad que tiene una persona o un grupo para recuperarse de una adversidad, por ello vale la pena rescatar un documento que lleva el título “Investing in Urban Resilience” (Invertir en la resiliencia urbana), presentado durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible de hace unos meses, donde se advierte que el aumento en la cantidad de desastres naturales y de crisis y tensiones económicas, sociales y ambientales representa el mayor riesgo para las ciudades en el mundo. Las zonas urbanas, que albergan a 55 % de la población del mundo, son el motor del crecimiento mundial, pues representan 80 % del Producto Interno Bruto mundial. No obstante, la elevada densidad de población, de empleos y de activos que vuelve tan exitosas a las ciudades, es también la causa de su extremada vulnerabilidad a una amplia gama de crisis y tensiones que las afectan con frecuencia creciente, vulnerabilidad de la que también es objeto la industria mundial.
En realidad, lo que muchos no han visto es que en el caso de México el avance que se tiene en materia de resiliencia no ha sido el mejor. Actualmente no se tiene en nuestro país una partida específica en materia presupuestaria para este tema que afecta a millones de personas. Se calcula que para el 2030 en el mundo se van a necesitar unos 314,000 millones de dólares para habitar ciudades seguras por la falta de infraestructura adecuada que existe. De hecho existe una Asociación Mexicana de Resiliencia que encabeza Fernando Hernández, que confirma que, traído el caso mundial a la situación en México, las cosas no son halagüeñas.
De las empresas en México, 80% no tienen algún tipo de programa de manejo emocional a través de las áreas de recursos humanos, no les interesa el manejo del estrés de sus empleados, ni las causas que las provocan, por lo que esto se proyecta como uno de los asuntos más importantes de salud pública para el futuro. Pero más allá de esto, se estima que México sea punta de lanza, por ello en la segunda semana de mayo del 2018 se va a llevar a cabo la primera Cumbre Internacional de Ciudades Resilientes en la ciudad de Querétaro, donde se busca que nuestro país sea la sede de la Oficina Internacional de Ciudades Residentes. De entrada se está convocando a Argentina, Chile, Uruguay, Perú, Colombia, España, EU, Ecuador y Panamá. No es para menos; México tiene la experiencia en emociones a partir de grandes eventos naturales desastrosos. Veremos entonces.
PEMEX CON HUAWEI
Los negocios entre la estatal Pemex de José Antonio González Anaya y la empresa de origen chino Huawei siguen viento en popa, ya que recientemente ambas empresas firmaron un convenio comercial por la nada despreciable cantidad de 35 millones de dólares. El encargado de los acercamientos entre ambas empresas es el empresario chino YI Li Feng alias Alex. Como se sabe, Huawei es productor de celulares y cerebros digitales para recabar información de todo tipo. Yi Li Feng es quien mantiene nexos con empresas mexicanas y funcionarios del gobierno, para llevar a cabo jugosos contratos, y para ello se reúne con sus amigos a jugar golf y organizar grandes banquetes, entre los invitados, nos dicen, también están algunos gobernadores.
