Presidente de Brasil niega posibilidad de ser destituido por corrupción

El presidente brasileño Michel Temer, quien ha enfrentado dos denuncias de corrupción desde que asumió el cargo en 2016, negó hoy que pueda ser destituido de su mandato, mientras crecen los rumores de que la Fiscalía presentaría una tercera denuncia en su contra.

“No tiene la menor posibilidad de prosperar”, aseveró el mandatario brasileño en declaraciones a la prensa al referirse a una eventual denuncia por corrupción.

“Diría que es más pifia, de menor dimensión, incluso, que las anteriores”, agregó Temer, cuyo gobierno cuenta sólo con el 6.0 por ciento de aprobación.

También negó la posibilidad de que pueda ser destituido del cargo por la Cámara de Diputados en un eventual juicio político como el que en 2016 sacó del poder a Dilma Rousseff. “No tengo ninguna preocupación”, aseveró.

Las declaraciones del jefe de Estado se dan un día después de que la policía federal interrogara a una de sus hijas para esclarecer cómo pagó una costosa obra en su casa de Sao Paulo, en 2014, que los investigadores sospechan que se abonó con dinero procedente de sobornos.

Los trabajadores que realizaron la construcción en una de las zonas residenciales más exclusivas de Sao Paulo dijeron a las autoridades que recibieron el pago en efectivo de parte de la esposa de uno de los amigos más próximos de Temer, el coronel Joao Baptista Lima, detenido hace semanas por las autoridades, pero ahora en libertad.

La policía sospecha que Lima habría actuado durante años como intermediario de Temer para recibir sobornos y pagos ilícitos para campañas políticas procedentes de empresas brasileñas.

En 2014, al menos dos millones de reales irregulares (unos 600 mil dólares) habrían sido pagados por JBS y la constructora Engevix a Temer por medio de Lima, según la policía, que también investiga la compra de una casa de su suegra, Norma Tedeschi.

Otra de las líneas de investigación contra Temer es el llamado “decreto de los puertos”, firmado por él en mayo de 2017 y que amplió de de 25 a 35 años los plazos de los contratos de arrendamiento vigentes de empresas que actúan en el sector portuario.

Los investigadores creen que el decreto podría ser un favor a empresas como Rodrimar, que opera en el sector portuario en Sao Paulo, a cambio del pago de sobornos o de contribuciones ilícitas a campañas del mandatario.

Estas acusaciones podrían suponer la presentación de una nueva denuncia contra Temer por corrupción, la tercera desde que llegó al poder, después de que librara las dos anteriores (corrupción y asociación ilícita) tras una extensa campaña de cabildeo con diputados en el Congreso, que vetó el avance de sendos procesos judiciales en plenario.

El presidente de la cámara baja, Rodrigo Maia, anunció la víspera que dará trámite a una eventual votación si la Fiscalía denuncia al presidente.

NTX

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