Las históricas reuniones de familias separadas por la Guerra de Corea (1950-1953) terminaron hoy en el complejo turístico del monte Kumgang, en la costa este del Norte, en un ambiente en el que abundaron las lágrimas a medida que se acercaba la hora de la partida.
Más de 300 surcoreanos, de 81 familias, regresaron este domingo a casa tras mantener unas breves reuniones cargadas de emoción con sus familiares que residen en Corea del Norte y de los que no sabían nada desde hace más de seis décadas, en la segunda ronda de encuentros de familias separadas.
Los familiares partieron del complejo turístico situado en el monte norcoreano Kumgang, concluyendo de esta forma su visita de tres días para mantener reuniones temporales con sus familias, según la agencia local de noticias Yonhap.
Por unas tres horas, las familias tuvieron este domingo un almuerzo, se tomaron fotografías juntos e intercambiaron sus direcciones, con la esperanza de que puedan volver a encontrarse algún día.
Las familias de esta segunda ronda de encuentros se reunieron un total de 12 veces, mientras el primer grupo de 89 surcoreanos pudieron verse en seis ocasiones a lo largo de tres días, entre el lunes y miércoles pasados.
La celebración de estas reuniones, las primeras que celebran ambas naciones desde 2015, fue acordada por el presidente surcoreano, Moon Jae-in y el líder norcoreano, Kim Jong-un, durante su histórica cumbre de finales de abril pasado.
Dado que la mayoría de los participantes fueron de edad avanzada, las reuniones entre padres e hijos fueron inusuales, por lo que la mayoría de los casos fueron encuentros entre primos y sobrinos.
Las dos Coreas han mantenidos 20 rondas de reuniones de familias separadas desde la primera que se celebró en el año 2000, sin embargo, unos 57 mil surcoreanos se encuentran en la lista de espera para encontrarse con sus familias en el Norte.
Durante años, Corea del Sur ha llamado a que se lleven a cabo reuniones regulares, pero este tipo de programas han presentado muchas dificultades debido a la frágil relación que mantiene con su vecino del Norte.
Las dos Coreas continúan técnicamente en guerra, dado que el conflicto bélico terminó con un armisticio, en lugar de un tratado de paz.
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