Expectativa y Estrategia de Inversión para la semana

En la semana pasada, las elecciones intermedias en EUA y la reunión de política monetaria de la Reserva Federal (FED) fueron las principales guías para los inversionistas. Se cumplieron las previsiones, aunque con márgenes más estrechos de lo anticipado originalmente, con resultados donde el Partido Republicano conservará su mayoría en el Senado estadounidense, mientras que los demócratas recuperan (después de ocho años) el control de la Cámara de Representantes. Estas elecciones estuvieron marcadas por una participación alta y los resultados muestran que será un Congreso con más mujeres y mayor diversidad racial y religiosa.

Aunque un congreso estadounidense dividido implicará mayores dificultades para la operación de la Administración del Presidente Trump, consideramos que tendrá implicaciones limitadas para los mercados financieros globales y la economía del mundo. Lo que es un hecho es que hasta el momento las reacciones y efectos se han dividido en dos frentes. Por un lado, un efecto positivo en la medida que limita el poder de Donald Trump para desarrollar ciertas políticas que no gustan. Por el otro, un efecto negativo en cuanto este resultado limitará posibles recortes adicionales en los impuestos e iniciativas de menor regulación que los Republicanos hubieran podido llevar a cabo.

El resultado de las elecciones tuvo un impacto positivo pero breve sobre las monedas emergentes, y en especial sobre el peso mexicano. La divisa mexicana se apreció brevemente hasta $19.58 spot. Sin embargo, las ganancias del peso mexicano, fueron efímeras y desaparecieron de forma muy rápida. Hubo varios elementos detrás de este regreso de la presión del peso, que lo depreció por momentos hacia $20.30 al mayoreo.

Primero, aunque para México el regreso de los demócratas se podría traducir en algo benéfico, ya que se podrían acotar los actuales episodios de volatilidad por las constantes amenazas de Trump, surgió una preocupación en el sentido de que los demócratas podrían retrasar la aprobación del recién acordado acuerdo comercial trilateral T-MEC (antes TLCAN) y tratarían de incorporar nuevas disposiciones. Sin embargo consideramos que difícilmente implicaría un retraso significativo en este proceso legislativo, ya que no habrá una reapertura total del tratado y cualquier incorporación se haría a través de acuerdos paralelos, por lo que seguimos pensando que la ratificación del acuerdo trilateral sucederá en el transcurso de la primera mitad de 2019. En el ínter, el actual TLCAN seguirá vigente, por lo que no habría incertidumbre sobre los flujos comerciales bilaterales.

Segundo, aunque la FED mantuvo sin cambios su tasa de fondeo (en 2.25%), la autoridad dejó servida la mesa para un alza de tasas en su reunión de diciembre. Lo anterior fortaleció de forma generalizada al dólar. La probabilidad que le da el mercado a este escenario es cercana a 80.0%.

Tercero, las decisiones y planteamientos que ha anunciado la nueva administración pública en las últimas semanas, junto con algunos congresistas, han generado incertidumbre a la inversión, lo que provoca que los inversionistas presionen al Banco de México (a través del tipo de cambio) para que suba tasas de interés en su reunión de esta semana (15 de noviembre) al exigir una mayor prima de riesgo. En ese escenario, la probabilidad de que la tasa de fondeo cierre el año en 8.25% es considerable. Sin embargo, dado los niveles actuales de inflación consideramos que Banxico podría dar la sorpresa y esperar sin subir tasa en esta ocasión, para sólo subirla en diciembre y cerrar el año en 8.0%.

Por último, los Senadores del partido Morena presentaron una iniciativa de proyecto de ley que prohibiría a los bancos cobrar diversos tipos de comisiones. Esto de nueva cuenta generó un escenario de pérdida de confianza por parte de los inversionistas y dudas sobre la futura administración del presidente electo Andrés Manuel López Obrador. Apenas se empezaba a restaurar la relación de los empresarios con el próximo gobierno, con motivo de la cancelación del proyecto del aeropuerto de Texcoco, cuando anuncian esta nueva iniciativa. Esto no sólo depreció al peso, sino también provocó caídas muy fuertes en la bolsa de valores y subidas en las tasas de interés en instrumentos de bonos mexicanos. Al final, tuvo que salir el presidente electo a tranquilizar a los inversionistas descartando cambios a las reglas de operaciones de los bancos (al menos en la primera parte de su gobierno). Esta declaración permitió revertir las pérdidas de los activos denominados en pesos. Lo que es un hecho es que el mercado está muy sensible y sobre-reacciona a cualquier noticia sobre los siguientes pasos de la nueva administración y la nueva Legislatura, sobre todo después de lo que sucedió con el proyecto de Texcoco. Lo anterior nos hace esperar una alta volatilidad en el tipo de cambio en los siguientes meses.

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