“Somos agricultores, no huachicoleros”, reclaman en Tlahuelilpan

Víctor Gutiérrez Olguín se dedicaba a la compra y venta de ganado en Tlahuelilpan, Hidalgo. Le encantaba el fútbol y no solo verlo, también lo jugaba, pertenecía a un equipo. Él es una de las víctimas mortales de la explosión de una toma clandestina en un ducto de Pemex.

Víctor fue con su papá a la parcela de alfalfa, donde estaba el ducto y la toma clandestina. El señor se fue porque tenía cosas que hacer y ahí dejó a su hijo. Esa fue la última vez que lo vio con vida.

El joven, comenta su tía, no falleció de manera instantánea en el lugar; después de la explosión él quedó muy grave y fue trasladado a un hospital en Ecatepec Estado de México, ahí falleció este sábado a las 13:00 horas. Sus familiares esperan en el Centro Cultural del pueblo a que llegue el cuerpo de Victor, donde autoridades proporcionan información de las víctimas, heridos y desaparecidos.

Mientras las familias y amigos de las víctimas, que esperan información de sus seres queridos en el Centro Cultural, vecinos y gente del pueblo se acercan para acompañarlos o incluso llegan con canastas de comida y agua para repartir.

Victor dejó huérfanos a dos niños: uno de 12 y otro de 9 años de edad. Se casó muy joven; se llevaba bien con su esposa. Ellos iban a los tianguis de ganado, a veces a comprar o a veces a vender.

“No es cierto que aquí seamos huachicoleros. Lo qué pasa es que se hizo la fuga y muchos fueron a ver. Hay muchos padres de familia desaparecidos que nada más fueron a ver y los agarró la explosión. Aquí todos nos dedicamos a trabajar. Sino ganaderos, campesinos y comerciantes”, dice Carmen.

Con información de LA SILLA ROTA

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