Samuel García, uno de los senadores más jóvenes de la 64 Legislatura, le tiene un mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador: respetar la división de poderes.

Las señales que actualmente se envían desde Palacio Nacional, considera el neoleonés, representan un riesgo para un equilibrio de poderes que en un escenario extremo podrían llevar al país a una dictadura, a la que únicamente podría frenar el Congreso que en algunos temas parece una ventanilla de trámites del Poder Ejecutivo.

“(El principal riesgo que vivimos) es que este presidente se coma a las instituciones, elimine los órganos autónomos, y tenga control sobre la Suprema Corte y el Poder Legislativo porque ahí sí (…) un día le dan ganas de hacer una dictadura y la hace con la mano en la cintura”, dice en entrevista a ADNPolítico.

El joven abogado, quien decidió donar su sueldo como senador, tiene una meta puesta en la mira: dedicarse 10 años a la política para hacer los cambios que México requiere, sobre todo en favor de los jóvenes, pero también para que quienes han incurrido en algún acto de corrupción paguen por sus acciones y, si es necesario —en los casos donde se comprueben crímenes de lesa humanidad— llevarlos hasta tribunales internacionales.

Con información de ADN POLÍTICO