Un frenesí sin precedentes de ventas de deuda en todo el mundo amenaza con enfriar los retornos de este año de los bonos corporativos.

Las empresas han vendido un récord de 2.44 billones de dólares en lo que va del año, superando las marcas anteriores. Los inversores se apresuraron a recuperar esta deuda porque estaban desesperados por obtener rendimientos a medida que los bancos centrales reducían las tasas.

Sin embargo, datos recientes sugieren que lo peor pudo haber pasado para la economía global, lo que significa que muchos bancos centrales podrían tener menos razones el próximo año para reducir los costos de los préstamos. Todo eso hará que sea más difícil superar los retornos de dos dígitos que algunos inversionistas obtuvieron en bonos corporativos este año.

Con información de EL FINANCIERO