HR Ratings revisa a la baja la calificación de la deuda soberana de México de HR A- a HR BBB+ para largo plazo

La baja en la calificación de la deuda soberana de México es resultado de diversos elementos, que en su conjunto han deteriorado la calidad crediticia del país de acuerdo con el análisis de HR Ratings.

  1. Incremento en el riesgo derivado de los choques exógenos a la vista. El dinamismo de la economía local, sus cuentas externas y sus finanzas públicas podrían verse significativamente afectadas por los efectos en el corto y mediano plazo de distintas situaciones globales, entre las que se encuentran:
    1. Impacto inmediato del COVID-19 sobre las cadenas de valor globales y las consecuencias sobre la economía mundial de las medidas implementadas para la contención de la pandemia en el mediano plazo, especialmente en EUA y países desarrollados.
    2. Caída en el precio del petróleo derivado de las tensiones geopolíticas que afectan la oferta y de una caída en la demanda mundial.
    3. Deterioro en la perspectiva de crecimiento mundial, con un conjunto de economías más endeudadas dadas las políticas fiscales implementadas ante la situación del COVID-19. Este panorama resulta adverso para el dinamismo del comercio, en especial del sector manufacturero.
  2. Expectativa de una fuerte recesión de la economía local en 2020. Estimamos una contracción del PIB de 2.3% y un consecuente deterioro de nuestras perspectivas económicas de mediano plazo. Relacionado con esto, esperamos un incremento en nuestra métrica de deuda neta a 45.5% del PIB (vs. 41.1% y 41.4% observado en el 2018 y 2019 respectivamente), lo que se traduce en un deterioro nuestra perspectiva fiscal.
  3. Debilitamiento de los fundamentos macroeconómicos durante 2019 y un menor espacio fiscal. El deterioro se asocia con la materialización de los riesgos mencionados en nuestro último reporte de octubre de 2018, cuando se asignó una Perspectiva Negativa, principalmente en lo referente a la inversión extranjera directa y el crecimiento económico. Asimismo, el Gobierno Federal presenta un espacio fiscal limitado y necesitará flexibilizar su objetivo de balance primario a costa de incrementar la deuda para implementar políticas contracíclicas, con las cuales se buscaría evitar una contracción más profunda. Por su parte, la Perspectiva Negativa obedece a que existen elementos que HR Ratings estará monitoreando y que podrían derivar en una acción de calificación, entre los que se encuentran: 1. Una debilidad en la demanda externa más prolongada de lo esperado, sobre todo ante el impacto por parte del COVID-19 en la economía de Estados Unidos. 2. Una contracción económica local mucho más profunda, con una duración mayor a la esperada, como resultado de los choques exógenos mencionados. 3. Un panorama fiscal con déficits financieros por arriba de lo anticipado en el corto plazo (proyección actual de 2.6% para el 2020) que generen un crecimiento más acelerado de la deuda neta. Esto podría ser producto de la falta de los resultados esperados por parte de Pemex o la necesidad de mayores apoyos por parte de dicha entidad para cumplir con su Plan de Negocio. 4. Deterioro considerable en la inflación y/o en el tipo de cambio, que pudiera presionar nuestra métrica de deuda neta a PIB al alza. 5. Ausencia de crecimiento o débil recuperación de la inversión privada ante una falta de confianza.

Por su parte, la Perspectiva Negativa obedece a que existen elementos que HR Ratings estará monitoreando y que podrían derivar en una acción de calificación, entre los que se encuentran:

  1. Una debilidad en la demanda externa más prolongada de lo esperado, sobre todo ante el impacto por parte del COVID-19 en la economía de Estados Unidos.
  2. Una contracción económica local mucho más profunda, con una duración mayor a la esperada, como resultado de los choques exógenos mencionados.
  3. Un panorama fiscal con déficits financieros por arriba de lo anticipado en el corto plazo (proyección actual de 2.6% para el 2020) que generen un crecimiento más acelerado de la deuda neta. Esto podría ser producto de la falta de los resultados esperados por parte de Pemex o la necesidad de mayores apoyos por parte de dicha entidad para cumplir con su Plan de Negocio.
  4. Deterioro considerable en la inflación y/o en el tipo de cambio, que pudiera presionar nuestra métrica de deuda neta a PIB al alza.
  5. Ausencia de crecimiento o débil recuperación de la inversión privada ante una falta de confianza.

Es importante mencionar que la nueva administración refrendó el compromiso de mantener finanzas públicas sanas a través del cumplimiento de sus metas fiscales en cuanto al balance financiero y deuda con respecto al PIB durante 2019. Adicionalmente el esfuerzo por parte del Congreso Mexicano en la ratificación del TMEC se alineó con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá, lo que permitió que se concretará este proceso y se disipara la incertidumbre que generó un beneficio sobre el tipo de cambio al cierre de 2019.

Con respecto a la calificación asignada, México cuenta con fortalezas como lo son una posición externa sostenible, el acceso a los mercados internacionales de capitales en condiciones favorables, un nivel adecuado de reservas internacionales, un sistema financiero con bajo nivel de riesgo, un Banco Central autónomo con un elevado grado de credibilidad, así como un historial de manejo prudente de las finanzas públicas.

En la siguiente tabla se presenta el nuevo escenario base de proyecciones de HR Ratings, el cual luce más deteriorado con respecto a nuestra revisión anterior. Las proyecciones consideran el mayor impacto tanto en el crecimiento económico como en la deuda neta a PIB durante 2020 de los choques mencionados, lo cual también impacta en la trayectoria esperada para las métricas macroeconómicas y de finanzas públicas en el horizonte proyectado.

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