Semana con eventos que podrían, de salir positivos, ayudar a que el peso mexicano logre su consolidación por debajo de $22 / Análisis de Jorge Gordillo

Los rebrotes de COVID-19 alrededor del mundo, ha frenado la recuperación de la mayoría de los activos financieros con mayor riesgo, entre ellos, el peso mexicano. Esto porque nuevas restricciones a la actividad productiva de varios países, principalmente en EUA, podría provocar un enfriamiento en la recuperación económica en esta histórica crisis.

Lo anterior ha provocado que la moneda mexicana se haya mantenido cotizando en un rango acotado, atrapado entre $22.10 – $22.85 spot desde finales de junio pasado.

Lo que ha hecho que el peso no se presione más (por arriba de $23.0 spot) es que aunque se esperan mayores restricciones a las economías, estas no serían como las observadas en marzo y abril (cuando la mayoría de los países cerraron casi por completo sus economías), así como avances científicos que podrían permitir que la vacuna del virus salga al público en los próximos meses.

Desde el viernes pasado, el peso mexicano se ha apreciado cerca de 60 centavos, en medio de un retroceso generalizado del dólar frente a la mayoría de las monedas en el mundo. En este sentido, esta semana es crucial para ver si la moneda se consolida por debajo de los $22.0, porque algunos de los eventos con desenlace en estos días tienden a tener un mayor impacto en el mercado cambiario.

En particular, hay tres eventos importantes esta semana que podrían revertir, aunque sea temporalmente, la preocupación del mercado por los rebrotes del virus: que la FED en su reunión de política monetaria mantuviera un tono de apertura a nuevos estímulos monetarios; que el dato del PIB de EUA que se dará a conocer el jueves, sea considerablemente menos negativo a lo que espera el mercado y; que se logre la aceptación en el Congreso norteamericano dé un nuevo paquete fiscal que pueda volver a estimular su economía para el resto del año.

1. Reunión de la FED: En lo que respecta a la FED, específicamente no se esperan nuevas medidas de apoyo monetario en su encuentro que concluye este miércoles 29 de julio, pero la preocupación de un posible enfriamiento de la economía norteamericana en lo que resta del verano y la negociación de otro paquete de estímulos fiscales por parte del Congreso de EUA, podría incentivar a la FED en anunciar mayores u otros apoyos monetarios, lo que sería favorable para los activos financieros globales con mayor riesgo.

2. PIB de EUA 2do trimestre Por lo reportado en mayo y junio en casi todos los indicadores económicos en EUA, hay posibilidad de que la caída de su PIB en el segundo trimestre (que se publica el jueves 30 de julio), si haya sido histórica, pero no tanto como lo esperan el consenso de analistas. Actualmente la expectativa generalizada es de una contracción cercana al 8.5% anual (8.7% trimestral ó 35% trimestral anualizada).

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Sin embargo, el consumo privado, el principal componente del PIB estadounidense, prácticamente ya recuperó los niveles que tenía previo a la pandemia; el rebote en la producción industrial e inversión privada ha estado por arriba de lo esperado. Estos tres indicadores contribuyen a pensar que el hundimiento de la economía no fue tan profundo.

Si la caída es menor a la esperada, en el corto plazo los mercados reaccionarían de forma positiva, reduciendo la aversión global al riesgo, lo que favorecería la compra de activos denominados en pesos mexicanos.

La aversión al riesgo podría regresar después, cuando se empiecen a reportar los indicadores económicos de julio y agosto, que podrían enfriarse por el renovado aumento de las infecciones por coronavirus. Los recientes datos de movilidad un retroceso desde fines de junio, ya que se impusieron nuevas restricciones en los Estados más afectados del sur y el oeste, aunque esta segunda ola de rebrotes luce todavía muy diferente al pico inicial de abril.

3. Nuevo paquete de apoyo fiscal en EUA: Ante el riesgo y preocupación de que la recuperación económica en EUA pierda impulso, mientras que la actividad económica aún está significativamente por debajo de los niveles previos a la pandemia, la presión aumenta sobre las autoridades para que brinden más apoyos a las empresas y mantengan en cierto nivel al consumo. Con ello, destacan los trabajos que se están llevando a cabo entre la Casa Blanca y el Congreso estadounidense, para aprobar un nuevo paquete de apoyos fiscales.

Todo parece indicar que es cuestión de horas para que la Casa Blanca y los Republicanos presenten su propuesta de paquete de ayudas fiscales por un billón de dólares para la crisis del coronavirus, a menos de una semana para que expire el actual programa especial de prestaciones por desempleo. Las medidas propuestas, que se describirán en una serie de proyectos de ley, tendrán como objetivo extender los beneficios de desempleo, proporcionar una nueva ronda de controles de estímulo directo y otorgar dinero para las escuelas y las pruebas de detección de virus. A pesar de la presión y necesidad, la aprobación del Congreso de cualquier paquete no será fácil, ya que todavía existe una amplia divergencia entre el nivel de gasto propuesto por el Partido Republicano y las demandas demócratas de un paquete de $ 3.5 billones. Aunque no se descarta un acuerdo de último minuto (como acostumbran) a finales de esta semana, las negociaciones se podrían prolongar hasta la primera de agosto, con ambas partes bajo presión para llegar a un compromiso antes de que el Congreso entre en receso. Recordemos que es temporada electoral en EUA y ninguna de las partes querrá darle capital político a la otra. La aprobación de este nuevo paquete de estímulos contribuiría a la fortaleza del peso mexicano, pero el retraso de ésta podría mantener a los mercados nerviosos.

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Así, en el muy corto plazo, de ser favorables las noticias de los eventos mencionados, la moneda mexicana podría encaminarse a tener una o dos semanas positivas, que le permitirían de nueva cuenta ubicarse por debajo del psicológico de los $22.0 (quizá hasta los $21.60). A pesar de ello, la apreciación del peso no se salvará y estará acotada por otros elementos que seguirán ejerciendo presión al tipo de cambio, como lo es el desarrollo de contagios en el mundo y en especial en EUA, las tensiones geopolíticas entre EUA y China, débiles reportes corporativos correspondientes al 2T20 (particularmente el de PEMEX), reporte de las finanzas públicas en México.

En cuanto a la economía mexicana, el jueves también se dará a conocer la estimación oportuna del PIB de nuestro país en el segundo trimestre del año. Nuestra expectativa es una caída histórica cercana al 20.0%. Pero conviene recordar que México trae un rezago en términos de los meses en los que se estará dando el probable rebote en la actividad económica debido a que las restricciones comenzaron a levantarse de forma gradual en junio, por lo que aunque algunos datos de junio ya muestran mejoría (exportaciones totales, producción y ventas de autos), la mayor reactivación se observará en los datos de julio y agosto.

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