Durante casi 17 meses, el gobierno de Trump intentó deportar a la mujer salvadoreña y a su hija. Es posible que al final lo haga el gobierno de Biden.
Las dos están en un centro de detención familiar en la remota localidad de Dilley, Texas, y han estado varias veces a punto de ser expulsadas. El viernes antes de Navidad fueron conducidas en auto al aeropuerto de San Antonio y las subieron a un avión, sólo para bajar cuando abogados que trabajan para grupos de defensa de los inmigrantes presentaron nuevas apelaciones.