Los funcionarios de la Reserva Federal, cada vez más seguros de que la economía de Estados Unidos se está recuperando rápidamente de la recesión inducida por la pandemia, han comenzado a telegrafiar una salida de la extraordinariamente fácil política monetaria del banco central que hasta ahora es más suave y señala que es más rápida que cuando se apretaron las riendas después de la última crisis.

Aunque los responsables políticos aún no han acordado un plan, la mayoría espera que para finales de 2023 hayan aumentado la tasa de interés a corto plazo de referencia de la Fed al menos dos veces desde el nivel actual casi nulo, muestran las previsiones publicadas por el banco central el miércoles. Ocho de los 18 responsables políticos ven al menos tres aumentos de tasas para entonces.

Y aunque la Reserva Federal no hizo pronósticos sobre su programa mensual de compra de bonos de 120,000 millones de dólares, que, junto con las tasas de interés más bajas, mantiene bajos los costos de los préstamos y apoya el crecimiento económico, los responsables políticos han dicho que eliminarán gradualmente el programa antes de comenzar a aumentar las tasas.