El jefe de Burberry, Marco Gobbetti, está dejando la compañía para regresar a casa y tomar el timón del grupo italiano de artículos de lujo Ferragamo, lanzando un manto sobre la renovación de la marca de moda británica.

A Gobbetti se le ha atribuido el aumento del valor de mercado de Burberry en un tercio, ya que ha llevado la marca más allá del mercado. La preocupación de que su partida deshaga parte de ese progreso hizo que sus acciones cotizadas en Londres cayera hasta un 10% en el comercio temprano, mientras que Ferragamo aumentó un 2.3% en Milán.

Burberry recuperó algunas de esas pérdidas para operar un 7.7% a 20,80 libras. Ferragamo revirtió las ganancias tempranas y bajó un 1.5% a 19 euros, con un operador citando una menor probabilidad de una adquisición después del nombramiento de Gobbetti.