Recién concluyó la reunión de política monetaria de la FED de EUA. No hay cambios en su política monetaria, esto es, deja sin cambios su tasa de fondeo y mantiene sin ajustes su programa de compra mensual de bonos por 120 mil millones de dólares.

Lo que sí puede ser considerado como algo nuevo es que el comunicado de prensa hace mención de que la economía, en particular el empleo, ha progresado hacia los objetivos establecidos por el propio banco central para iniciar con la reducción de su programa de compra de bonos (tapering). Esta aseveración podría aumentar las apuestas entre los operadores a que en el simposio de Jackson Hole (finales de agosto) o en la reunión de política de septiembre próximo, la autoridad podría anunciar las directrices sobre cómo podría ser este tapering. En este sentido, la FED seguirá evaluando la información económica de los siguientes meses para tomar una decisión final.

El comunicado no hace mención a la variante Delta como un elemento que podría afectar a la recuperación económica, como se especuló por cierto grupo de inversionistas, aunque reitera que el curso de la economía depende en gran medida del control del COVID-19. 

Asimismo, la FED reitera que los repuntes en la tasa de inflación se explican en gran medida por factores transitorios.

La reacción del peso mexicano al comunicado de la FED es de ligera depreciación, por momentos por arriba de $20.03 spot. En sentido estricto el tono del comunicado es un poco más hawkish (menos acomodaticio) que lo esperado, pero no lo suficiente como para pensar en una caída más fuerte de la moneda mexicana. La razón es que para que cambie la percepción entre los inversionistas de un posible endurecimiento de la política monetaria antes de lo anticipado, la FED necesitaría hablar de un progreso sustancial en los objetivos de empleo e inflación, algo que por el momento no es el caso.