Una demanda presentada la semana pasada acusando a la Liga Nacional de Fútbol de prácticas racistas de contratación sacó a la luz acusaciones de que los propietarios ofrecían en secreto incentivos a los entrenadores para perder, lo que podría conducir a demandas colectivas por cientos de millones de dólares e incluso responsabilidad penal, dijeron los expertos.

La acusación se produce en un momento de crecimiento explosivo en los juegos de azar deportivos legales y poco más de una semana antes del espectáculo del Super Bowl de la liga.

Los dos equipos en el centro de las afirmaciones, los Miami Dolphins y los Cleveland Browns, han negado las acusaciones de que querían que sus entrenadores lanzaran partidos para mejorar sus posibilidades de elegir a los mejores prospectos en el draft de la NFL. Pero la posibilidad de tales acciones amenaza con envolverlos a ellos y a la liga en demandas de jugadores, así como en investigaciones civiles y penales, según cinco expertos legales.