Estados Unidos impidieron que el gobierno ruso pagara a los titulares de su deuda soberana más de 600 millones de dólares de las reservas mantenidas en los bancos estadounidenses, en una medida destinada a aumentar la presión sobre Moscú y consumir sus tenencias de dólares.
Bajo las sanciones establecidas después de que Rusia invadiera Ucrania el 24 de febrero, se congelaron las reservas de divisas mantenidas por el banco central ruso en las instituciones financieras de los Estados Unidos.
Pero el Departamento del Tesoro había estado permitiendo que el gobierno ruso utilizara esos fondos para hacer pagos de cupones sobre la deuda soberana denominada en dólares caso por caso.