Las consecuencias de la guerra de Rusia y Ucrania acaban de ayudar a inclinar a dos de los países más pobres del mundo a crisis en toda regla, y la lista de aquellos en riesgo, y la cola en la puerta del Fondo Monetario Internacional, solo se alargarán a partir de aquí.

Puede que estén lejos de los combates en Ucrania, pero una renuncia masiva del gabinete de Sri Lanka y las drásticas maniobras de fin de semana del primer ministro de Pakistán, Imran Khan, para evitar su destitución, muestran hasta dónde se extiende el impacto económico.

Tanto Sri Lanka como Pakistán han visto llegar a un punto crítico su largamente festeante inquietud pública por la mala gestión económica, pero hay una lista de dos dígitos de otros países que también se encuentran en la zona de peligro.